XLIX

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-Aún no entiendo porqué en la habitación de Sunghoon.

-Fácil. Es el único idiota que no tiene decorado nada y lo mantiene como si recién hubiera ingresado.

Yeonjun sólo volteó a verlo con una mueca de desaprobación. No toleraba que entre compañeros se tuvieran desprecio. Después de todo también era un tutor.

-No creo que por eso debas de insultarlo. Es su forma de ser, Jay.

-Y eso hace que nos sea odioso. -le sonrió para luego alejarse del marco de la puerta.

-De todas maneras. No tienes por-

-Bueno, diviertanse, hasta luego. Mañana siga dándome clases de amor al prójimo, profe. -con un chasquido de lengua, se fue riendo del lugar. Yeonjun quedando incrédulo por su actitud.

Y resonó la risa de Soobin.

-Hyung, de verdad... eres tan lindo...

Este formó un mohín para luego negar.

-Soo.

-¿Hm?

-¿También apoyas el odio hacia Sunghoon?-dijo algo expectante.

Y este se echó a reír de nuevo.

-¿C-Cómo?... -y carcajeó más.

-Soobin-ah, por-

-¿Me ves como un bully?-se señaló con una sonrisa, Yeonjun cerrando la puerta con seguro y acercándose a él, lo inspeccionó.

Era obvio que su lindo novio no lo era, pero amaba jugar con él.

-No. Para nada.

Lo vio con un puchero para luego apretar los labios entre una sonrisa.

Realmente parecía un conejito.

-¿Y...?... ¿realmente me preguntas eso, Junnie-hyung?

Este se relamió los labios. Para negar, divertido.

El ambiente comenzó a ponerse sexualmente tenso.

Soobin debía de admitir que el uniforme de estudiante le quedaba bien a su profesor. Remarcaba más su pecho y abdomen, y ni hablar de sus pantalones. Era tan sexy.

Al mismo tiempo para Yeonjun, su pequeño pelinegro sentado con la mirada extrañamente suplicante y con dos botones desabotonados exponiendo su cuello de chupetones. Le era tan atractivo que de un movimiento y acercándose a él, no evitó hacer aquella acción.

Besarlo.

-Mgh... mgh...

De a poco fue recostandose en el colchón.

-Hyung... a-así no...

-¿Cambiamos de posición, bebé? -besó su mandíbula, tensandolo.

-A-Ah...n-no... sólo a-acomodemonos...

Y supo qué era lo que le incomodaba, por lo que en algunos movimientos, Soobin por inercia se recostó. Y algo agitado sintió las manos de Yeonjun tomar sus mejillas.

Cerró los ojos para sentir de nuevo sus labios, ladeando la cabeza y así haciendo que el contacto sea más profundo.

-Jun... mgh...

Estaba nervioso.

Si no estaría en un cuarto ajeno y bajo la presión de tener que grabar cuando tenga relaciones con su novio, hubiera estado tranquilo.

Pero no.

Es por eso que, mientras Yeonjun se dedicaba a comerle la boca, encendió el celular.

Y se separaron con un hilo de saliva uniendo sus labios, jadeando.

♰|Castigo de Dios ©yeonbin ¡◌⚟┆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora