♰|Castigo de Dios ©yeonbin ¡◌⚟┆

LXII

—Viejo de mierda.

—Sí, sí, ¿ahora qué pasó?

—¿Qué pasó?, lo que pasa es que ahora quiere hacerse de detective, revisándonos de la nada. ¿No te das cuenta?—apuntó al Instructor Kim, quien estaba comenzando a interrogar a alumno por alumno.

—Ah, por la puta ma-

—Oigan, cuidado, van a interrogar si es que ven si hay algún alumno sospechoso. Como alguien que incumpla las reglas o algo así.—Hyunjin señaló.

—Ya veo. Con que ese es su plan. Pero lo que no sabe ese anciano es que lo voy a apuñalar por la espalda.

—Espera, dijiste que no matarías a nadie porque no quieres ir a la cárcel, quieres salir...

—Obvio no, mono. Lo decía en modo figurativo.

—Ah.

—¿Entonces cuando haremos el segundo paso?

Beomgyu colocó una mueca. Taehyun apareció detrás suyo, poniendo una mano en su hombro.

—Lo haremos hoy.

—Pero Tae...

—Creo que... tanto tú como yo queremos que sea hoy. —afirmó.

Tenía razón. Por lo que decidió no rechistar.

—Entonces será hoy. Ya oyeron, monos.

Besó su mejilla fugazmente entre una sonrisa, soltando Beomgyu una risita nerviosa.

—Wow, nunca había visto a Beomgyu sonrojarse.

—C-Cierra el hocico.

Taehyun rio.

Y poco a poco, Kim Seokjin comenzó a interrogar a alumno por alumno en aquella formación que había hecho el Internado inesperadamente.

Llegando hasta en donde el grupo estaba.

—Buenas tardes, alumnos, como saben estamos haciendo esta formación para hacer una revisión. —mintió.—Queríamos saber si es que alguno de ustedes ha presenciado o bueno... tal vez sospecha de que... algunos de sus compañeros está incumpliendo alguna norma.

—Yo no, señor Kim. —respondió Jeongin.

—Yo tampoco. —Hyunjin reafirmó.

—Señor Kim, ¿a qué se refiere con que incumpliendo alguna norma? —consultó Beomgyu, inocente.

—Eso... no es de sus asuntos. Solo queremos hacer una simple revisión.

Formó una mueca.

Era obvio que estaban alarmados por encontrar de una vez a los protagonistas de aquel video. Y aquello le causaba gracia.

—En ese caso, no.

—Igualmente.—Taehyun mencionó.

Kim suspiró, para asentir y continuar caminando a seguir consultando.

Ni un gracias.

Llegó en la tanda de otros alumnos, en donde estaban Niki, Soobin, Seungmin y Sunoo.

Carraspeó para repetir.

—Buenas tardes, niños, estamos haciendo esta formación para hacer una revisión. Y queríamos saber si es que alguno de ustedes ha presenciado o tal vez sospecha de que algunos de sus compañeros... está incumpliendo alguna norma.

—No, señor Kim.

—No.

—Yo nada.

—Tampoco.

Era obvio que tal vez un par entre todo el alumnado mentía, mentiría o mintió. No podía confiar plenamente en todos. Sin embargo, solo quería probarlos. Y tal vez filtrar a algunos alumnos con sus respuestas por más que repetitivas y cortas que eran.

Suspiró de nuevo.

Y continuó. Así toda la tarde. Los alumnos perdiendo tiempo de clases y estando parados por un buen tiempo. Algunos ya sentados en el piso por el cansancio.

"Nadie se va hasta que tenga sospechosos.", pensó el hombre canoso. Mientras que veía de lejos al alumnado junto.

Carraspeó y volteó a ver otra vez a los profesores, quienes sentados en asientos esperaban por más palabras de parte del anciano.

—Esto es de suma emergencia. Por favor, recuerden, no duden en comunicarme en cuanto vean a algún estudiante o estudiantes sospechosos. —suplicó otra vez.

—Sugiero la revisión inmediata de habitaciones diaria y estricta. —un profesor levantó la mano.

—Ya estamos aplicando esto, sin embargo no encontramos nada.

—Taehyung, tiene razón. Yo igual lo sugiero. Porque cuando los encargados de la revisión lo hacen, realizan este trabajo de manera apresurada. Deberían de revisar con calma.—uno de tez blanca agregó.

—¡Hagamos que todos los alumnos pasen por el confesionario!, así la culpa y el remordimiento los hará confesar. A los impuros.

Yeonjun casi ríe. Pero apretó los labios en cambio.

—Es una buena idea... pero solo soy yo quien se encarga de eso. No creo poder hacerlo con todos... ¿Alguna sugerencia más?

Hubo un completo silencio.

El anciano miró a cada uno de los docentes,  siendo así que su vista cae en uno en especial.

—¡Profesor Choi!, eso es, usted conoce a los estudiantes mejor que nadie. ¿Se le ocurre algo?

Este se maldijo internamente. Y sonriendo en falso levantó la vista.

—Me parece que... tal vez... —colocó una mano en su barbilla. —Esta vez no se me ocurre algo en concreto, Señor Park.

—Dios... es una pena. —meditó.

—Señor Park, no tiene que ver con el tema pero... los estudiantes que no tienen nada que ver con el asunto están sufriendo las consecuencias. Si voltea puede ver a nuestros alumnos sentados en el piso. De seguro estando incómodos...

"Con un profesor así, los estudiantes... los estudiantes se saldrían con la suya. Este docente es muy relajado."

—¿Usted que sección enseña?

—Soy el profesor Lucas, sección "D", señor.

"Bien, empezaré por ahí."

—De acuerdo.

"Tengo una pista."

—La formación se anula, pueden ir con sus alumnos a sus respectivas aulas.

Los tutores comenzaron a murmurar.

—Gracias por su cooperación. Recuerden no comentarle nada de esto al Director. O de lo contrario... su sueldo estará en peligro.—dijo lo último casi como una amenaza.

Todos asintieron, parándose de su asiento y yéndose de a poco de aquel lugar.

Supuso que, al punto de haber acudido a él y a sus compañeros de trabajo, el señor Park debía de estar desesperado.

Y claro que lo estaba.

Había funcionado aquel truco visual de usar uniforme de alumno. Porque ahora sólo el anciano se fijaba en alumnos. Y confiaba ciegamente en todos los profesores.

Era tan entretenido, que esperaba por la segunda parte del plan.

Cuando se reincorporó a la fila de sus estudiantes, sin dudarlo tomó primero a su Soobin del hombro para darle una sonrisita, este igual, de hoyuelos.

Y supo que, todo, toda su vida dio un giro de 360 grados desde que lo conoció. Desde que vio su hermosa sonrisa. Desde que lo besó y le confesó su amor.

Parecía que tal vez... y solo tal vez, todo podría estar a su favor. Y podrían salir de una vez por todas, de aquel lugar que cada día lo abrumada más y no sólo a él, a su bebé igual.