𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 [+18]

22. Fred Weasley.

Pedido +18

Fred Weasley.

Fred Weasley era un chico que odiaba, siempre que lo tenía que ver terminaba en pelea. ¿Por que lo tenía que ver? Fácil, yo y mi mejor amiga arrendamos juntas una casa desde los 17, osea, hace tres años y el próximo la comparamos. Ginny siempre fue bien pegada a su familia lo que me hacía tener que ver seguido a este idiota.

El hermano de mi mejor amiga era un fastidioso de lo peor, siempre que me veía le encantaba fastidiarme, ya sea con sus estúpidos jueguitos de su tienda de broma o con ligeros jalones de pelo o empujones.

¡Era un fastidioso de lo peor!

Lo había hablado mil veces con Ginny y ella siempre reía y decía que lo ignorara lo cual era imposible. El tenía 23 y yo que tenía 20 era más madura.

—¡Voy saliendo con Harry!— aviso corriendo escaleras abajo. Arregle mi toalla, si, me había salido recién de bañar.— hey, te tenía que decir que-

El timbre sonó.

—¡Es Harry! Adiós, te amo.— grito saliendo por la puerta principal. Tenía sed, siempre que me bañaba con agua caliente la tenía así que era costumbre tomar un vaso de agua.

Camine hasta el final de la cocina y llegué por fin a la cocina.

—¡Carajo!— me asuste al ver a alguien en la cocina.

—oh, eres tú, luces horrible.— Fred siguió al parecer revolviendo algo.

—¿Perdón? Estas en mi casa y mi cocina.— aclare viéndolo.— ¿Que haces acá idiota? Ginny acaba de salir.

—Ginny dijo que podía cocinar un pastel y galletas aquí, ya que Ginny paga mitad de esta casa le pertenece y puede dejarme pasar.— rode los ojos.

—eres un fastidioso.

—lo se, pero acepta que soy el fastidioso que alegra tu vida.

—¡Ja! Quisieras idiota, me la amargas.

—eres una amargada.— prendí la llave para sacar agua y note su mirada fija en mi, sabía que debía ser por la toalla que cubría desde mi pecho hasta mi medio muslo.— quizás le falta azúcar a tu vida.

—puede... Ser.— solté un jadeo al sentir algo en mi cabeza, corte el agua y toque mi cabeza.— ¡Idiota!— chille escuchando su carcajada.

—solo es glaseado.

—¡Me acabo de bañar!

—pues ya era hora, sucia.— tiré el glaseado hacia atrás antes de que cayera a mis ojos y sin dudarlo tome el vaso de agua y se lo lanze.— ¡Agh! ¿Que te pasa, Brown?

—¿Que te pasa a ti? ¡Mira como me dejaste!— llene otro vaso y el se acercó de forma intimidante.

—me tiras ese vaso de nuevo y no respondo.— sonreí antes de tirarlo directo a su rostro, cerró los ojos y bufo.— jodiste.

—¡Aww! ¡Que miedo! ¿Que me vas a hacer? No me puedes manchar más idiota.— llene otro vaso y ahora sentí más mezcla, me di vuelta y le sostuve las manos, con todas mis fuerzas empuje haciendo que le cayera encima y tome lo de mi cabello para pasarlo en su rostro.— ¡Carajo, basta!

—¡Me ibas a tirar más agua!

—¡Iba a beber agua idiota! ¡Estoy sedienta imbecil!— afirme mi toalla que estaba por caerse y llene el vaso de agua para beberlo molesta, más me enojaba el que estuviera dulce por la mezcla que tenía en mis labios.

—¡Deja de insultarme! Carajo, si quisiera insultarte podría.

—no, claro que no.

—¡Oh, claro que si! Eres una fastidiosa arrogante que jamás sabe cerrar su boca y-