𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 [+18]

20. Neville Longbottom.

Pedido +18

Yo y Neville éramos novios.

Éramos de las pocas parejas estables que había en Hogwarts y cuando el cumplió 18 le hice un pequeño cumpleaños con los más cercanos.

Nuestra historia de amor comenzó cuando Snape fue cruel con el. Yo era Hufflepuff y odiaba ver a los demás mal, no demore en defenderlo y decirles a todos que no se burlaran de su llanto. Me enamore de lo sensible y tímido que era.

Lo pude ver celebrando toda la noche y hoy en el desayuno encontré muy extraño a Malfoy intercambiando palabras con el mientras me dedicaban miradas. Mientras Draco sonreía con malicia al igual que los otros dos idiotas podía ver a mi novio, Neville, mirar con asombro y tristeza, no demore en ir hacia ellos y espantarlos.

—¿Que te dijeron? Sabes que puedes decirme.— llegamos a su habitación y el se acostó, me parecía raro que no comiera nada al desayuno.— cariño por favor.— al suplicar por fin me miró con timidez.

—¿Tú crees que...— apartó la mirada y sus mejillas se volvieron rosadas.—...que estoy gordo?

—¿Que?

—gordo, como una bola de mantequilla.— repitió con amargura y tristeza. Mi corazón se rompió.

—¿Tú? ¿Quien te dijo eso?— me acerque a el y tome su rostro.— fue el idiota de Malfoy, ¿No?

El solo asintió.

—¿Que más te dijo?

—no lo sé...— se dio vuelta y lo abracé.

—dime...

—que éramos la única pareja virgen que quedaba en el colegio, en realidad no me importa eso... Solo lo que venía después. Malfoy es cruel, demasiado.

—¿Que dijo después?

—dijo que tú estabas conmigo por pena, por eso no me tocas y no quieres ir más allá conmigo, porqué soy una bola de grasa y... Entendería si tú ya no quieres estar conmigo... Puedo darte asco.

—hablas tonterías.— me corrí hacia el y quedamos de frente.— eres un chico muy apuesto, muy guapo y apuesto.

—no lo soy... No creo que si quiera podría quitarme la polera ante ti. No me gusta como luzco.— susurro jugando con su suéter.

—¿Y que te hace creer que a mí no me gusta como luces?— lo abracé cayendo con el a la cama.— para mí eres guapísimo, ¿Lo sabes?

El negó y no pude evitar sonreír tomando su mejilla, junte nuestros labios sonriendo y el se sorprendió. Jamás nos habíamos dado besos tan largos donde hubiera pasión, siempre eran tiernos y suaves pero está vez moví mi boca sobre la suya cerrando los ojos.

—no tienes que hacer esto...— susurró dejando su mano en mi espalda.

—¿Por que no?... ¿Es qué no me quieres besar?— pregunté nostálgica, el negó.

—ese beso fue muy... Muy apasionante. Me gustó pero...

—entonces bésame tu igual, hazme sentir que quieres porque... Siento que no.— el no demoro en jalar mi mejilla hacia abajo. Sus labios suaves me encantaban y lo abracé con fuerza para fundirnos más en el beso.

Siempre ame la delicadeza que Nev tenía conmigo. Me quedé en su pecho acariciando su mejilla. Nuestros labios no se separaban y amaba sus manos por fin en mi cintura. A pesar de ser novios jamás tomaba mucho mi cintura, casi siempre era cerca pero nunca donde me gustaba.

Mi pierna fue hacia la suya y al ponerla se tenso.

—¿Que ocurre? ¿Es mucho para ti?— pregunté asustada. Neville tenía sus mejillas rosadas y parecía no tener palabras lo que me causaba ternura.