𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 [+18]

14. Fred Weasley.

Fred Weasley jamás pudo ser alguien extremadamente romántico. Pero desde que la conoció tuvo que aprender a hacerlo, sobre todo porqué ella, ahora su novia, era una gran fan del romanticismo. Con ella tuvo que aprender a cambiar bromas por actos tiernos y de amor para hacerla sentir lo mucho que la amaba.

Su primer San Valentín casi le causa un infarto al hacer que una caja explotara dentro de su habitación, en su defensa de esta salieron fuegos artificiales con forma de corazón y algunos globos que flotaban junto a chocolates. El último San Valentín mejoro notablemente al darle una cadena con un lindo zafiro rosa que en su opinión hacían una hermosa combinación con sus ojos color miel, los más hermosos del mundo.

Después de tanto esfuerzo por conseguir la piedra filosofal y poder conseguir hablar con Sirius, padre difunto de TN Black, pudo sentirse tranquilo de poder pedirle matrimonio a su dulce chica. Estaba jodidamente nervioso, es más, jamás se había sentido tan nervioso en su vida. Ella era la que siempre calmo sus nervios, no solo sus nervios, los ataques de ira, ansiedad y depresión que sufrió después de la guerra por ver a tanta... Ya no lo quería recordar.

Ahora no la tenía para ayudarlo porqué era una sorpresa solo para ella. Le contó a Sirius todo lo que había pasado desde la guerra y en esta misma, su perdida de su dedo meñique y su oreja derecha gracias a la explosión, la pérdida de muchos amigos, las cicatrices que quedaron en su cuerpo y lo cerca que estuvo de la muerte... Si no hubiera sido porque ella con un hechizo logro sacarlo de ahí el no le hubiera podido conversar esto. Ella era fantástica y una excelente sanadora, siempre quiso ayudar de todas las formas posibles a las demás personas y a penas salió de Hogwarts estudio esto, ella fue un pilar fundamental en la guerra porque salvo a muchas personas... Y estudiantes.

Tantos años conociendo a su chica... Sabía exactamente como y donde querría que le pidieran matrimonio, obvio también lo haría a su estilo. Grecia era un lugar al que jamás había ido y ella tampoco, pero siempre había querido conocer este lugar, desde que tuvieron su primera cita ella le hablo de este lugar tan lindo y mágico. Se tomó el tiempo de pedirle ayuda a Hermione para que le enseñará de este lugar y sobre el clima y comida. Durante tres meses exactos práctico el momento para darle la experiencia de una propuesta perfecta, ella no se merecía menos que la perfección y él al no ser perfecto intentaba rozar este estereotipo solo para ella.

-¡Pero Freddie!- tocó sus manos en sus ojos carcajeando, él vivió solo para oír esta.- ¿Que me ocultas amor? Ya dime.

-espera, solo espera bonita.- por fin llegó al lugar. Arrendó una terraza donde adorno todo y luego de decifrar la hora perfecta en la que se veía el atardecer la trajo hasta acá para verlo junto a ella.

-me espero, soy muy paciente.- canturreo llegando por fin al lugar, Fred tenía un mantel en el piso junto a varios manjares, de lo más delicioso que pudiera existir el lo tenía ahí, vino, velas, el... El era lo más perfecto que había.

-¿Y? Dime algo... Me costó mucho preparar esta comida.- rascó su nuca horriblemente nervioso y ella volteo hasta el, luego de varios meses de tener a Fred con depresión por aquella guerra el parecía salir y ahora que el estuviera siendo así de lindo... Era un regalo, o mejor dicho un milagro.

-no quiero que te canses de oírlo Fred, pero en serio no te imaginas cuánto te amo.- lo abrazo y acarició su cabello, se separó de el y su pulgar acarició su gran cicatriz en su rostro con un amor inimaginable.

-perdón por no ser el chico apuesto que solía ser...

-¿Estas bromeando?- beso sus labios seguido de cada pequeña cicatriz en su rostro, eran tres pequeñas y una grande, partes de cemento habían caído y dejaron marcas.- para mí no hay hombre más hermoso que tú, nadie se compara a ti.