47

169 17 0
                                    

JIMIN

El centro comercial distaba mucho de ser agradable un sábado por la mañana. Demasiada gente para ver tan temprano, pero mi novia quería ir allí, así que ahora estoy esperando por ella en la entrada del lugar. En cuanto la noté llegar, todo el mal humor se esfumó... esta chica consigue hacerme feliz simplemente con dejarme ver su rostro. Sonreí sin intentarlo cuando se aproximaba a mi. Hermosa.

-Lo siento, mi auto continua fallando.-se quejó a penas hablo. 

No pude evitar acercarme a ella, una fuerza magnética me impulsa hacia ella cada vez que la tenía cerca. Rodeé su cintura, acercandola mas a mi para besar sus labios.

-Buenos días princesa.-saludé. Sonrió con sus mejillas sonrosadas por la inesperada acción.

-Buenos días.- contestó casi como susurro, devolviendo el beso.

El resto de la mañana fuimos caminando por el centro comercial sin un sentido particular, simplemente pasar el rato juntos lejos del departamento. Admitió que desde que comenzamos a ir a su departamento o el mio, no hacemos más que estar encerrados y me sentí fatal cuando lo noté. 

Miré a la chica de mi mano, su rostro era de pura felicidad mientras esbozaba miles de comentarios sobre algunas prendas que le gustaba o disgustaba en las vidrieras. Finalmente con miles de bolsas de compra, decidimos ir a almorzar a un bonito restaurante italiano. Debo decir que si pierdo mi empleo no podría sostener el ritmo de vida de ella, nuestras realidades son diferentes, mucho. Temo por no estar a su altura cada vez... creo que esa es la gran razón detras de mis pocas ganas de salir de nuestros departamentos. 

-Las pastas de aquí.- dijo con un gesto de excelencia que me provocó una sonrisa.

-Pastas serán entonces.- hablé, sonrió como niña.

En cuanto vino el camarero hicimos el pedido. Rosie avisó que iría al sanitario antes de que la comida llegará, y me quedé solo con mi teléfono mientras esperaba su llegada.


ROSIE

Estaba en el sanitario arreglando mi maquillaje ligero cuando mi teléfono sonó. Número desconocido, decidí no tomar la llamada. Insistió dos veces más hasta que conteste.

-¿Quien habla?- pregunte enfadada por la insistencia. Silencio...- Al demonio.-dije antes de cortar.

-Rosseane...-dijo la voz de un hombre del otro lado. Esa voz...

-¿Quien eres?-indage. 

-Te extraño...-susurró. Trague duro cuando mi cabeza encontró la respuesta. 

Silencio... No sé por cuánto tiempo, pero no pude emitir palabra. Corte de inmediato.

Mi respiración se volvió pesada, no podía moverme sentí ganas de llorar, y pensaba quedarme allí cuando un mensaje de Jimin llegó, me devolvió a la realidad: "¿Sucedió algo?", decía su mensaje en mi pantalla. Respire profundo antes de salir e ir a él, mi novio.

-¿Estas bien princesa?- preguntó en cuanto tome asiento frente a él. Asentí con una sonrisa fingida. 

Su rostro se torno confundido pero aún así continuamos con nuestro almuerzo en cuanto llegó nuestra comida. Intenté sostener la conversación que Jimin inició, hice lo posible por concentrarme en ella, pero el maldito llamado continuaba repitiendo en mi mente "te extraño".


JIMIN

Definitivamente algo sucedió con ella en el sanitario, inicialmente intenté no mostrar mi preocupación debido a que podia ser una molestia privada. Pero ahora, ella se veía forzada a actuar normal frente a mi, y me estaba jodiendo de mil demonios. ¿Que rayos paso?

RESET- Taelice ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora