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Hoy se suponía que nos encontraríamos con Tae para ir al cine, después de tanto tiempo por fin la película que tanto ansiaba ver se estrenaba hoy, pero tuve que cancelar nuestra salida. Y en este momento era lo que menos me importaba, realmente estaba muy preocupada por el estado de mi madre.

Desde hace un mes ella comenzó a tomar pastillas para dormir, realmente me preocupo cuando me entere sobre ello, porque lo había ocultado hasta que encontré el frasco de esas pastillas, pero ella decía que estaba bien, que solo estaba estresada por el empleo, por la casa y nada más. Yo le creía inocentemente cada una de sus explicaciones, pero desde hace un mes, la cantidad de pastillas fue en aumento, uno tal que ya no le hacían efecto, y su insomnio le altero la personalidad por completo. 

Hace unas tres semanas la echaron de su empleo debido a su inestabilidad emocional, producto de ello se volcó a la bebida, ahora ya no se que hacer con ella, no me escucha siquiera, discutimos varias veces, se esta auto-destruyendo, no acepta ni quiere ningún tipo de ayuda. Me lastima el alma verla así, y su trato conmigo se torno en una completa guerra, intento ceder constantemente pero aún así todo termina siempre en una gran discusión cuando esta completamente alcoholizada. Ya no es la misma persona que conocía.

***

Cada intento que hacia por salir de mi casa, por ir algún lado más que estar encerrada con ella, se alteraba por completo, termine decidiendo no salir por un tiempo, soportar sus malos tratos y tratar de comprenderla. 

Cuando comencé a salir más con Tae y a recuperar mi estabilidad emocional, en algún momento de ese proceso mio, mi madre se sumió en una completa declive, y me siento como la mierda absoluta por no haberlo notado, por haber sido egoísta y solo centrarme en recuperarme, fui una tonta y ahora ya no sabia que hacer con ella. 

Fui a su terapeuta debido a que su estado estaba desbordado, pero me explico que no puede obligarla a acudir en contra de su voluntad, me sugirió acudir a otro familiar como apoyo pero nuestra familia cercana vive en Tailandia y eso es un jodido dolor de trasero, pero es mi única posibilidad de ayudarla y es lo que ella necesita.

-¿No debes irte con la jodida vieja y el niño ese?- pregunto tambaleándose mientras la recostaba en el sofá. Todos los malditos días era la misma conversación.

-No mamá, me quedaré contigo.- conteste, todo este tiempo ella estaba celosa de ellos.

-¿Para que?- preguntó agresiva.

-Para que estés mejor.- respondí.

-No te interesa que este mejor- rió.

-Claro que si mamá, me preocupas.- hable, me dolía cada vez que repetía aquello.

-Tu preferirías que este muerta, que él este contigo.- soltó. Por primera vez la conversación sin sentido de cada día, estaba yendo algún lado.

-No digas estupideces mamá, jamás preferiría eso.- respondí con pesar.

-No mientas.- rió- Recuerdo que esa mañana le dijiste "no me dejes sola con ella"- escupió, dejándome helada, recordaba haber dicho esas palabras pero no con esa intención.- ¿Ves que no miento?- comenzó a reír.

-No mamá, fui estúpida.- hable llorando- No quiero dejarte sola, quiero que estemos bien por favor.- conteste llorando, durante todo este tiempo eso guardaba con dolor, me sentí una jodida mierda.

-Lo extraño tanto...- dijo llorando, por primera vez después de dos meses desde su partida. 

No pude evitar romper en llanto junto con ella, pero esta vez era yo quien estaba consolando a mi madre, ella estaba vulnerable, sola y rota. La comprendía porque un mes atrás me sentía igual pero desde que Tae y Thelma entraron a mi vida ya no estaba sola. Pero no es lo que mi madre necesita, ella necesita a su familia para reconstruirse y haré lo posible por ayudarla a reencontrarse con ellos.

***

Dos semanas pasaron desde esa noche que finalmente confeso su sufrimiento, su preocupación. Mi madre estaba luchando contra el alcohol y los fármacos, durante estas dos semanas no pude ver a Tae y Thelma pero por suerte pude explicarles que ella me necesitaba, no podía dejarla sola, fueron comprensivos, realmente los extrañaba tanto en mis días. 

Logre conseguir que esta semana llegara la hermana de mi madre desde Tailandia a ayudarme con ella, a contenerla y darme un poco de aire a mi, estaba siendo difícil controlarla pero no la dejaría sola, menos en este momento que estaba dispuesta a luchar.

***

Era muy tarde por la noche, mi madre sé había quedado dormida después de llorar por horas, por suerte ya no era vulnerable ante su dolor, aprendí a mantenerme fuerte para que ella se alivianara. 

Me encontraba mirando por la ventana del living las casas vecinas que estaban decoradas con hermosos detalles navideños, la navidad estaba a una semana de llegar, se sentía tan solitario. No pude evitar sentir nostalgia por ello cuando el recuerdo de mi padre se hizo presente, juntos decoramos nuestro frente para desafiar a los vecinos con las luces, era tan divertido que no pude evitar sonreír al recordar su risa.

Lo extraño mucho todavía, pero ahora lo recuerdo y me brinda alivio, me reconforto con su memoria, siempre me saca una sonrisa aún cuando ya no esta entre nosotras. Recuerdo que Tae me aconsejo que recordara las cosas bonitas, las enseñanzas y él estaría conmigo. 

En ese momento vi como la ventana se humedecía con pequeñas gotas que la mojaban delicadamente, me acerque a la puerta de entrada para ver lo que creí que era lluvia.

-¿Nieve?- me pregunte cuando una de esas pequeñas gotas heladas cayo en mi palma. 

Definitivamente era nieva, la primera nevada se hizo presente, Tae vino a mi mente. Me fue inevitable no recordar a Tae, él quería que viéramos juntos la primera nevada, durante semanas me aviso que esta semana llegaría y quería estar conmigo, pero lo había olvidado, aún así no pudo ser, era tan tarde para vernos y yo no podía irme de aquí, no podía simplemente dejar sola a mi madre.

Me senté en el primer escalón de la entrada, mirando como la nieve liviana caía lentamente, mientras tímidamente cubría los arboles como un roció blanco y fino. Pero mis ojos se centraron en una figura que a la distancia se estaba acercando en dirección a mi, sentí temor porque era tarde, podía ser un ladrón. Cuando estaba parándome para volver a ingresar al interior de mi casa, mi teléfono sonó.

-Hace frió para estar en la puerta tan tarde.- hablo Tae cuando atendí la llamada.

-¿Tae eres tu quien se acerca?- pregunte.

Y era él, su sonrisa brillante, su nariz roja por el frío estaba justo frente a mi.

Y era él, su sonrisa brillante, su nariz roja por el frío estaba justo frente a mi

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Gaby :)

RESET- Taelice ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora