Se conocieron con solo 16 años tras una trágica situación, lentamente nacieron sentimientos mutuos, pero mientras el amor nacía, la despedida aparecía.
¿Qué pasará cuando Lisa y Taehyung se vuelvan a encontrar en la Universidad? ¿Podrá el amor ent...
Entre al departamento de Jimin y solo pasaron unos segundos hasta que se lanzara sobre mi. Su abrazó fue sentido, preocupado y aliviador.
-Idiota.- se quejó dando palmaditas en mi espalda. Sonreí.
-Ya estoy aquí, dije que no haría ninguna idiotez.- repetí.
En ese instante pude notar a Rosie parada a un lado del sofá, su cara era de clara preocupación. Le sonreí con calidez al saber que cuido a mi amigo en mi ausencia. El sonido de unos pasos acercarse en el pasillo hicieron que girara mi cabeza, y como imaginaba... ella también estaba allí.
Nos miramos a los ojos por unos instantes, sus ojos estaban vidriosos y la punta de su nariz estaba levemente rosada... había llorado y ese simple hecho me provocó unas inmensas ganas de atraparla entre mis brazos. Tragué duro y volví mi vista a mi amigo.
-Mañana Irene tiene una "reunión" con un interesado en su negocio.-hablé de repente.
-Tú...-susurró Jimin con preocupación. Negué.
-Ya está todo terminado.-aseguré.
-¿Entonces?- preguntó Rosie.
-Quiero enfrentarla. Lo necesito.-avisé.
-Me apunto.- contesto Rosie de inmediato. Sonreí.
-Genial.- la observe.-Todavía no tengo en claro como hacerlo, pero me gustaría que vengas conmigo.-le pedí con seguridad. Asintió.
-Creo que puede darle un infarto en cuanto nos veamos cara a cara.-se burló.
-Princesa, no eres así...-susurró Jimin con preocupación.
-No lo hago solo por mi, es por Tae y sobre todo por Suho.-aclaró.
-Bien. Tal vez es lo mejor desenmascarar a esa mujer.-pensó.
Mientras comenzamos a intercambiar ideas entre los tres, Lisa se mantuvo al margen. Intente disimuladamente observar sus acciones, y su rostro se veía triste, perturbado quizás. No podía evitar pensar en que era por ignorar su mensaje, como cada vez, no le daba una respuesta pero esta vez, no podía hacerlo realmente. Quería, pero tenía un objetivo ahora.
-Entonces haremos eso.-hable. Ambos asintieron.
-Suho me paso su contacto.- habló.- Voy a llamarlo ahora y lo invitaré a cenar mañana por la noche.- repitió el plan, asentí.
-Entonces yo debo ir a esta dirección y seguirla.-inició.- En cuanto sepa que restaurante es lo pongo en nuestro chat.-dijo Jimin su parte. Asentí.- ¿Estás seguro de que es su casa?-preguntó preocupado.
-Sí, tiene fotos familiares pero nunca me detuve mucho en la sala...-carraspee mi garganta evitando los detalles. Lisa continuaba con la vista inerte.
-¿No será sospechoso que vayas al bar solo?-preguntó Rosie.
-Lisa será mi cita.-dije mirando a la nombrada. Sus ojos se ampliaron.- ¿Puedes mañana en la noche?-pregunté mirando sus ojos. Trago duro.
-S-si.-balbuceó. Sonreí, y creo que esa acción casi hace que sus ojos se salgan de su rostro.
El plan estaba organizado. Deseaba que la villana por fin tuviera un poco de su propia medicina.
***
Lisa y Rosie se habían marchado del departamento. Jimin insistió en que me quedara con él esa noche, por más que insistí en que estaba bien y podía estar tranquilo... termine accediendo para su tranquilidad. En cuanto salí de la ducha encontré a Jimin en el sofá bebiendo una cerveza mientras que una suave música sonaba en el lugar. Me sumé a él cuando ofreció una botella a mi lado.
-¿Realmente estas bien?- asentí.- Tu rostro se veía perturbado cuando entraste...-recordó.
-Estoy bien.- aseguré.- No es como si no me hubiese afectado en lo absoluto. Estoy decepcionado de ella, quería creerlo sabes. Pero parte de mi siempre supo que nuestra relación era pasajera, y me aferre a ella justo por eso...sabía que no era completamente mía.-dije.
-Creo que también lo sabía.-habló.- Te encaprichaste con ella como un niño, solo para volver hacerte daño ¿lo sabes no?-preguntó.
-¿Qué?-dije confundido. Suspiró con pesadez.
-Al principio lo hiciste por la experiencia.- alzó una ceja.- Pero en cuanto te dijo que era casada entraste en pánico.- recordó aquello.- Pero seguiste allí, aunque sabías que estaba mal... Tu decidiste aferrarte a algo que iba a desaparecer, a algo que era imposible. La elegiste cuando Lisa volvió a tu vida.-soltó.
Baje mi cabeza de inmediato. No había notado eso, tal vez solo me quería continuar lastimando inconscientemente.
-Encontraste una nueva forma de lastimarte sin preocupar a los demás...-dijo.-No soy idiota.-avisó.- Lo supe en cuanto tus muros se rompieron esa noche en SNOW, era evidente que nunca superaste a Lisa.-suspiró.
Sentí vergüenza ante sus palabras. Yo actúe de forma tan inconsciente sin saberlo.
-Siempre creí que ella no debía estar a tu alrededor otra vez. Pero desde que la encontré llorando por tí en el centro comercial, supe que estaba tan destrozada como tú.-confesó.- Ambos tienen tantas cosas por decir al otro, tanta angustia, tanto...amor.-susurró lo último.
-Ella me envió un mensaje.-confesé. Le ofrecí mi teléfono para que pudiera leer el contenido.
-¿Qué piensa hacer?- preguntó.
-No quiero que se vaya de nuevo...-trague duro conteniendo mis ganas de llorar.
-Se va en una semana, decidida a olvidarte.-recordó.- Deberías hablar con ella pero con sinceridad permite que ella pueda de una vez decirte su versión.-exigió.
-Lo haré.-aseguré.- Pero después de esta situación.-añadí.
-Se qué harás lo correcto.-comentó acariciando la parte superior de mi cabeza.
Lo que resto de la noche continuamos bebiendo y recuperando recuerdos de nuestra infancia, aventuras y momentos felices para aliviar el ambiente.
Como siempre mi mejor amigo, quien me cuida más allá de lo imaginable. Un amor incondicional, fiel y leal. Eso es lo que teníamos, y eso es lo único que me importaba en este momento.
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