Se conocieron con solo 16 años tras una trágica situación, lentamente nacieron sentimientos mutuos, pero mientras el amor nacía, la despedida aparecía.
¿Qué pasará cuando Lisa y Taehyung se vuelvan a encontrar en la Universidad? ¿Podrá el amor ent...
Extrañaba como loco a Lisa, una semana pasó sin ver su rostro pero debía ocultar mi codicia por verla, ella estaba teniendo un duro momento con su madre. Una noche nos llamo desconsolada por el grave estado de su madre, ella finalmente cayo, después de dos meses de la muerte de su esposo se rompió, y Lisa ahora necesitaba estar para ella.
Comprendimos inmediatamente su situación, intentamos ayudarla, mi abuela se acerco a su casa pero la madre de Lisa estaba negada a obtener ayuda y por alguna extraña razón, no quería para nada saber de nosotros cerca de ella, y por Lisa evitamos acercarnos allí.
Estas semanas solo podía comunicarme con Lisa por mensajes esporádicos ya que estaba abocada cien por ciento a su madre, pero aún así siempre estaba pendiente sin importar la hora, yo deseaba un mensaje al menos de ella, quería que sintiera que estaba con ella aún en la distancia.
***
Dos semanas sin ver su bonito rostro, me estaba muriendo. Mi abuela se burlaba de mi enamoramiento por Lisa, no me importaba estoy orgulloso de amarla tanto, no sabia que podía querer tanto a alguien, como quería a mi abuela. ¿Ella pensara en mi? Suspiro soñando con ella a un despierto.
***
Lisa esta mañana me dio una excelente noticia, su tía llegaba de Tailandia esta semana para ayudarla con su madre, a contenerla y darle un poco de aire para fortalecerse, tenia mil planes para cuando volviéramos a vernos. Estaba ilusionado por verla la primera nevada, iba a confesar mis sentimientos ese día, ella prometió que la vería conmigo.
***
Era muy tarde por la noche, la tía de Lisa no había llegado en el tiempo que acordado, mi plan se veía frustrado por completo. Mis deseos de confesar mis sentimientos se habían arruinado. Era muy tarde ya, estaba mirando por la ventana como la nieve liviana iba decorando con un claro blanco algunos arboles, algunas casas, me deprimía ver ello. Resople.
-¿Que sucede osito?- pregunto mi abuela entrando en mi habitación.
-Hoy planeaba confesar mis sentimientos por Lisa.- conteste aún mirando por la ventana.
-¿Y que haces aquí?- pregunto. Me voltee hacia ella.
-¿Que quieres decir?-pregunte.
-Ve a ella osito, se sentirá contenta de verte.- hablo- Ayer me dijo que te extrañaba.-aseguro. Mi corazón se descontrolo por sus palabras.- ¿Que esperas?- pregunto.
No lo dude más, me puse las prendas más abrigadas que encontré entre mis ropas, y salí para allí.
-Gracias abuela- dije con un abrazo muy fuerte.
-Suerte cariño.- hablo devolviendo el abrazo.
***
Baje del bus que me dejaba a unas calles de la casa de Lisa, y la vi, ella estaba sentada en el primer escalón de la entrada de su casa, mirando como la nieve liviana caía lentamente sobre los arboles. Aún en la distancia se veía hermosa, extrañaba su rostro, la extrañaba a ella como loco, deseaba tenerla entre mis brazos, decirle que todo estaría bien que yo seguiría estando para que se apoye en mi, siempre.
Noté que me vio a la distancia, pero cuando la vi levantarse de su lugar supuse que no me reconoció, la llame a su teléfono para que no se asustara por mi.
-Hace frió para estar en la puerta tan tarde.- hable cuando atendió la llamada.
-¿Tae eres tu quien se acerca?- preguntó preocupada. Me paré frente a ella sin cortar la llamada, sonriendo malditamente feliz, por volver a tenerla frente a mi.
-Si, soy yo.- respondí antes de cortar la llamada. Haciéndola reír.
Cuando abrí los brazos ella sin dudarlo salto hacia mi, perdiéndose en mi pecho, me había extrañado tanto como yo, aunque no sé si de la misma manera pero en este momento no me importaba nada más.
***
Luego de unos minutos abrazados nos sentamos en las escaleras donde ella estaba previamente, mientras levemente cerraba la puerta tras ella.
-¿Que haces a esta hora aquí?-pregunto preocupada.
-Prometiste ver conmigo la primera nevada.- respondí, sonrió.
-Gracias por venir a mi.- contesto dulcemente, haciendo estremecer a mi corazón.
-Siempre voy a estar para ti.-avise.- ¿Como estas? ¿Tu madre?-pregunte.
Ese fue el disparador para que se relajara y pudiera contar todo lo sucedido con su madre estos días, estas semanas. Ella era otra, no era igual a la que niña risueña que conocí en la escuela, no era la misma niña frágil que conocí aquella oscura noche, ella era otra Lisa, una nueva que estaba aprendiendo a ser por ella misma, más fuerte, más madura, sin lagrimas fáciles.
-Haz crecido tanto en tan poco tiempo Lisa, estoy orgulloso de ti.- dije con una sonrisa, una que fue devuelta con agradecimiento en su mirada.
-Gracias Tae, te lo debo a ti y a Thelma, ustedes me salvaron- agradeció- Quiero hacer lo mismo por mi madre.-aseguro.
-Estoy seguro que encontraras la forma.- juré. Sonrió en acuerdo.
-Finalmente estamos viendo juntos la nieve que tanto querías- hablo.- ¿Te gusta mucho la primera nevada?- pregunto curiosa. Sonreí por su inocencia.
-Hace un tiempo leí una historia sobre la primera nevada por eso quería verla contigo.-explique. Por su rostro fui consciente de que no sabia en absoluto de lo que hablaba.
-¿Que historia?-pregunto confundida.
-Te lo diré pero con una condición.-dije.
-Si, dime.-pregunto.
-Después de contarte la historia, quiero que digas que si o no sinceramente- hable- ¿lo juras?- pregunte.
-Sabes que siempre soy sincera contigo.- respondió.
Mi corazón se agito, mis manos sudaban a pesar del frió, pero tenia que hacerlo no podía ocultarlo más.
-Bien- inicie- Se cree que si ves la primera nevada del año junto a la persona que te gusta, este amor perdurará para siempre- explique, su rostro se ruborizo- Me gustas Lisa, ¿te gusto a ti?-pregunte, sintiendo los latidos de mi corazón en mis oídos.
Una gran pausa se hizo presente entre nosotros, mientras esperaba que dijera algo. En este momento estaba resignado y daba por entendido que era un no, pero aún así necesitaba oírlo para enterrar mis sentimientos por ella.
-Si- respondió mirando el suelo. ¿Que?
-¿Si?- pregunte nuevamente sin creer si escuche claramente su respuesta.
-Si, me gustas también.- repitió tímidamente mirando a mis ojos.
Ambos sonreímos aún mirando a nuestros ojos, me acerque lentamente a su lado, ella se acerco un poco más a mi. Mis manos tímidamente acunaron su rostro, mis labios lentamente rozaron sus labios regordetes, con suavidad, inocencia y timidez, sintiendo nuestras frías narices rozarse.
Esa fue la primera vez que bese a Lisa, ella fue mi primer beso.
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