Vino y armas

Let It Snow 02

Debe ordenarse el destierro del hombre, o bien expiar la sangre derramada con un nuevo derramamiento de sangre, puesto que esta sangre es la que está sacudiendo la ciudad de Tebas con una epidemia.

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'George Robbie' - Albariño hizo todo lo posible para sacar a flote el nombre dentro de su cabeza: había oído a Olga mencionar al hombre una vez, cuando Lavazza McCard había llegado por primera vez a Westland. Olga dijo que había escrito un libro sobre este asesino en serie, pero que fue detenida por McCard antes de que incluso se acercara a la imprenta y también acusó que si ese libro se hubiese publicado, algo sobre McCard habría salido a la luz.

Esa actitud había sido interesante. Albariño se mordió suavemente el labio, pensando para sí mismo. Era una pena, si hubiera sabido entonces que existiría este drama actual, habría husmeado para averiguar exactamente por qué Olga y el agente McCard no estaban en buenos términos.

En ese momento, Olga ya se había dado la vuelta y empujó el vaso de ponche de huevo de su mano que se había reducido a una capa superficial, a la mano del oficial más cercano, y ordenó: "Todos afuera".

"Tiene razón, es la escena del crimen". Añadió Hardy cuando el agente lanzó una mirada de incredulidad a Olga y rápidamente instruyó a sus subordinados que aún permanecían en la fiesta: "El equipo de homicidios se queda, todos los demás salgan. Reúnan a todo el mundo en el vestíbulo, necesitamos cercar el lugar, que nadie se vaya hasta que descartamos las sospechas en todos. Ella, interroga a los testigos y ve lo que la grabación de seguridad del vestíbulo pudo captar; Ben, llama al CSI y al departamento de medicina forense para ver si pueden enviar a alguien; Alexander, tú ve a la oficina y trae la señalización de las pruebas físicas junto a una cámara y toma fotografías para asegurar las pruebas primero".

Los agentes se dispersaron como un enjambre; por su parte, Hardy se volvió hacia Herstal y dijo: "Señor Amalette, si nos disculpa".

Porque, por supuesto, ahora que ni siquiera esos otros policías podían entrar en la escena del crimen, desde luego estaba aún más fuera de lugar que Herstal permaneciera aquí; todavía se consideraba urgente que Lavazza McCard se quedara, pero de todos modos no había ninguna razón para que Herstal lo hiciera. Asintió brevemente y estaba a punto de salir por la puerta cuando Albariño tiró suavemente de su muñeca.

"¿No me vas a dar un beso de despedida?" Albariño dijo con una sonrisa: "Voy a empezar a trabajar hasta tarde".

Evidentemente todos sabían que Herstal sólo iba a volver al vestíbulo por lo que no entendían qué clase de beso de despedida quería realmente Albariño. Y por la mirada de Herstal, si no fuera porque ahora estaban en la escena del crimen, habría estado tentado de taclear a Albariño y luego poner su pie sobre su estómago.

Al final, solo le dio a Albariño una mirada fría y simplemente dijo: "Esperaré afuera".

Se marchó rápidamente, y tan pronto como se fue, Olga cerró de un portazo la puerta del baño. Se inclinó detrás de la puerta, miró a Hardy y dijo: "Estarán furiosos".

"¿Quiénes?" preguntó Hardy, ya que por el tono de su voz, probablemente no tenía ni idea de qué estaba hablando Olga.

"Esos colegas tuyos", se rió un poco Olga, "los dejarás a todos atrás y harás que tus pobres hombres los interroguen uno por uno, considerando a todos como sospechosos. Seguro que piensan que no te importa y que todos son asesinos ante tus ojos".

"No tengo otra opción". Hardy no pudo evitar levantar una mano y frotarse el entrecejo: "Nadie más ha salido desde que entró el agente McCard, las puertas laterales están todas cerradas a estas horas excepto por la puerta principal, y con la nieve que cae con tanta fuerza afuera, no creo que nadie pueda saltar por una ventana: el asesino debe estar entre nosotros".