"La prosperidad siempre va acompañada del pecado, y cuanto más depravado es uno, más puede vivir lo que el mundo llama una vida feliz".
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Aurelie guardó silencio durante unos segundos, y Herstal tuvo la sensación de que la mujer estaba deliberando algo, pero fuera lo que fuera, no lo dijo. Ella permaneció en esa impecable y delicada fachada sonriente cuando respondió: "Por supuesto. Por favor, espere un momento mientras hago los preparativos".
Herstal realmente no quería saber qué preparativos iba a hacer, y en cualquier caso Aurelie salió del salón, desapareciendo tras la pesada cortina una vez más. La habitación quedó en absoluto silencio cuando incluso el sonido de sus tacones se apagó, haciendo que el zumbido de sus oídos tras los tímpanos parecía un tsunami ensordecedor implacable.
Este sonido rítmico coincidía con el ritmo de los latidos de su corazón, y se producía a partir del flujo sanguíneo en las venas que se transmite de los vasos sanguíneos al tímpano [1], esta disonancia puede tratarse sin un tratamiento especial y sin afectar la calidad de vida, pero Herstal tendía a escuchar este sonido sólo en el silencio extremo y, como no perturbaba demasiado su sueño, nunca le dio mucha importancia.
Pero en este momento, se dio cuenta una vez más de que aún estaba sumergido en ese río de sangre pegajosa. La última vez que había sentido una sensación semejante fue cuando estaba ante el cuerpo de Billy y los dedos de Albariño presionaban no tan suavemente en su hombro, murmurando: "Pianista".
Herstal se sentó en el lugar, ajustó su respiración, y observó cómo el café que tenía delante se enfriaba poco a poco, con el último rastro de vapor disipándose en el aire. Alrededor de un cuarto de hora después, Aurelie reapareció frente a él, con la misma sonrisa programada en su rostro sin desaparecer, pero parecía un poco más fría que el día en que lo había abordado por primera vez en la fiesta.
Dijo simplemente: "Por favor, sígame".
Así que Herstal se levantó y la siguió, al igual que Alicia al seguir al conejo con un reloj de bolsillo a través de una madriguera sinuosa... pero las cosas siempre eran sutilmente diferentes, pues al final Alicia todavía se despertaría de su sueño y se encontraría en el regazo de su hermana, pero lo que Herstal estaba enfrentando ahora no era un sueño del cual pudiera despertar, y aunque se diga a sí mismo "Creo que todo estará bien", nunca podría escapar de él. En la vida real, no hay pastelitos con un dulce cartel de "cómeme". Aquí, antes de comerlo, nadie sabría si morirían en el momento siguiente.
—Bien puede estar en camino a la muerte, si es que no estaba ya en medio de ella.
Mientras Herstal caminaba con Aurelie por los sinuosos pasillos, se dio cuenta de que el interior de la mansión era aún más grande de lo que parecía desde el exterior; las paredes y los techos pintados con cada centímetro del trabajo de un diseñador, revelaban el mal gusto del propietario y el dinero que no tenían a donde parar para gastar.
Caminaron por un pasillo azul, cuya pared de fondo estaba adornada con una cabeza de ciervo taxidermizada, con sus ojos falsos de cristal que miraban al frente de forma inconexa, y las luces superiores del pasillo proyectaban sombras azul-grisáceas detrás de la enorme cornamenta. Las paredes estaban pintadas de forma brillante, pero seguían siendo muy desagradables: algunos psicólogos insistían en que vivir en una habitación azul durante largos periodos de tiempo hacia que el estado de ánimo de uno sea sombrío. Herstal observó en este pasillo también una pizca de la decoración de la película "El Resplandor".
"Ahí, la puerta roja al final del pasillo a la izquierda". Aurelie dijo en voz baja, entregándole a Herstal una llave rústica: "Esta es la llave de la habitación, el señor Rowan tiene una de repuesto, pero aun así no lo pierda. Cuando desee salir, por favor, cierre la puerta y devuelva la llave a Rowan; él estará esperando en la sala principal de la mansión".
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Vino y armas
Misterio / Suspenso"Las cosas en el mundo son así: la prosperidad siempre va acompañada del pecado, y cuanto más depravado es uno, más puede vivir lo que el mundo llama una vida feliz." -Marqués de Sade Albariño es un médico forense del Departamento de Medicina Forens...