19 ~ FELICIDAD

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𝑷𝑨𝑺𝑨𝑫𝑶. 𝑶𝑺𝑳𝑶 𝑵𝑶𝑹𝑼𝑬𝑮𝑨 1996.
𝑽𝑬𝑹𝑰𝑻𝒀 𝑽𝑨𝑵 𝑫𝑶𝑹𝑬𝑵.


—Su familia no la quiere, Verity— me entrego a la bebé.






—¿Por que no querer a su propia hija?— pregunté destapando a la bebé ya en mis brazos. Era tan pequeña, tan frágil.








—Precisamente por eso, es una niña— observo con preocupación a todos lados —Su familia es muy poderosa, no puedo hacer nada.





Aún no salía el sol y la gente aún permanecían dentro de sus casas. Aquella mujer frente a mi cubría su rostro con una capucha negra.





—Es tan hermosa, ¿quien no quisiera a este pequeño ser?— sonreí acariciando su mejilla.







—Sus padres, ellos quieren un varón y me pidieron que me deshiciera de ella— me miró con tristeza —Ya la tuve varios días en mi casa, pero ya no puedo tenerla, así que pensé en ti y en Demir como sus padres— trató de ver hacia los adentros de mi hogar —Se que tienen más hijos y que se que es muy difícil mantenerlos, pero ella necesita una familia— se acerco observando a la bebé en mis brazos —Ustedes serán su familia.







Vi una vez más a la mujer con un lunar que destacaba en la mejilla de su rostro, antes de que desapareciera y no la volviera a ver jamás. la mujer qué había sido mi amiga desde hace mucho tiempo. Me adentre a la casa encontrando a mi esposo Demir, quien me vio con la  bebé en brazos, había escuchado todo.







—Es nuestra hija— se acercó descubriendo la manta —Somos su familia ahora— me miró.






Ambos vimos a la pequeña con ilusión, sus ropas eran finas, al igual que sus mantas, pero de niño. Definitivamente nuestra situación no era la mejor y menos con cinco niños más, pero de alguna forma tendríamos que salir adelante. Deje a la bebé sobre una vieja cuna que había sido con anterioridad de mis otros hijos.





—Debes comer algo antes de irte— volteé a ver a Demir —El trabajo te deja exhausto.





—Aún no tengo hambre, comeré algo en el trabajo— continuó preparando sus cosas —Que los niños coman.





—¡Mamá!, Sienna me despertó— llego quejándose Ronan.





—Tienen que asistir a las clases— apareció Sienna detrás, junto con todos sus hermanos.





—¿Para que? La escuela no, nos ayuda en casa— siguió quejándose, haciendo referencia a nuestra situación. Lo cual me partió el corazón.





—Ahora no, pero lo hará, si sigues estudiando podrás cumplir tus sueños algún día— Sienna le revolvió el cabello.




—Hagan caso a su hermana, ella tiene razón— los vi a todos —Ahora a desayunar, sientense— señale los asientos.





Todos obedecieron, esperando la comida, segundos después la coloque en medio de la mesa.




—Mamá, no me voy a llenar y yo si quiero asistir a clases, pero después mi estómago no deja de hacer ruidos extraños— Asger dijo  con tristeza.




—Toma mi parte— Vidarr deslizó la comida que había tomado hasta su hermano.





La bebé comenzó a llorar llamando la atención de todos, volteando al lugar de donde provenía el llanto.






PSYCHO | (bilogía mentes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora