34 ~ CORAZONES BLANCOS

123 15 0
                                    




—Cuando apenas era un niño le regalé un ejemplar extraordinario, el caballo fue creciendo junto con él— comenzó a contar como si estuviera viendo aquel momento de lejos —Los dos se volvieron uno cuando cabalgaban y Zander era el mejor de los jinetes, era mi hijo tenía que serlo. Hasta qué eso cambió y renunció a todo, incluyendo a su regalo. Nadie volvió a montarlo y tiempo después el caballo murió por su separación— comento sin inmutarse —Antes de eso tuvo una cría, es libre de irse contigo cuando lo dispongas... también las cenizas de su primer ejemplar.




Tomo aire y después lo soltó, se levantó dirigiéndose hacia mí.






—Esta noche sin segundos tarde, la prudencia... Siren.






Su mirada fue con frialdad, poder y sobre todo con advertencia. Hice un dócil movimiento con la cabeza y la mirada por sus palabras, luego de eso se marchó mientras yo me quedé en el mismo lugar observando fijamente a los caballos frente a mí sin noción, sumergida en mis pensamientos.







Por supuesto que me aprobaría, era la perfección pura en la vida de quien yo deseara. Para eso me había formado; creaba la necesidad, me convertía en la necesidad y saciaba la necesidad y todo esto se lograba conociendo a la víctima y convirtiéndote en ella. A Zander y a mí no, nos importaba su aprobación, no la necesitábamos y menos la requeríamos. Pero para que todo marchará en orden como debía ser, tenía que informar a Lauret de mi unión con su hijo al fin de cuentas él también me veía como una hija y era lo correcto, Zander no le daría él anunció porque para él ya no formaba parte del linaje Rothschild pues ya tenía su propio linaje y familia así como tampoco ya no formaba parte de su vida de una forma íntima a excepción de mí, ya que estaba al tanto de todo, así que por eso me correspondía a mí hacerlo e informarle.







Terminé el trago y salí de esa propiedad. Siempre me había mantenido cerca de Lauret desde que nos conocimos, pues me había convertido en su aprendiz, suceso que no había ocurrido jamás con alguien que no fuera portador del gen. El gen era el mismo, pero cada linaje era dueño de una variante, de su propia genética y el nombre de estos se encontraba en los apellidos de las familias, así se reconocía e identificaban de que ramas provenían entre ellos mismos, separando dinastías. La genética se mantenía pura desde sus inicios. Cada miembro nuevo de cada descendencia era presentado en ceremonia ante las demás desde la confirmación de su concepción; se preparaban grandes galas en honor del nuevo integrante de las progenies mundiales del cual se revelaba su sexo hasta el nacimiento de este.







Termine el trago y me fui de esa propiedad, pues tenía el tiempo justo para arreglarme acorde a como la noche lo requería. Al estar de regreso en casa lo primero que hice fue satisfacer mi estómago con delicias culinarias en uno de los comedores interiores, para después iniciar con el aseo personal y seguido de eso el arreglo de mi imagen.






Era tiempo de regresar al lado del hombre que me dio la llave de acceso a los linajes y todo lo que eso representaba e implicaba. El vehículo atravesó por un recorrido que nos llevó a otro fuera del radar de cualquier individuo que no perteneciera a la élite de líderes. Niveles por niveles que cada vez más eran totalmente inaccesibles para el ser humano. Poco a poco avanzábamos todo se convertía en campos de tierra la cual descendimos hasta llegar a túneles que daban los primeros accesos a nuestro destino. No había nadie en el transcurso del camino, pues todo se basaba en tecnología desconocida para los ojos del mundo, además que era mínima la cantidad de personas que tenían lo necesario para siquiera poner un pie en estos sitios.






Pude ver la última entrada que segundos después cruzamos. El auto se detuvo abriendo mi puerta por la cual baje teniendo frente a mí los solemnes emplazamientos que habían existido desde milenios atrás, siempre con las actualizaciones necesarias. Para abrir las puertas los portadores de la genética no tenían que hacer nada pues eran reconocidos inmediatamente por los establecimientos que fueron diseñados y construidos específicamente para ellos, pero como yo aún no tenía mi genética, varios escáner de todo tipo tenían que darme el paso lo cual ya era una rutina para mí desde que pise estos territorios desde la primera vez.





PSYCHO | (bilogía mentes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora