28 ~ PREPARACIÓN

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Mis ojos reaccionaron al comienzo del nuevo día junto con el frenesí de la ciudad neoyorquina, mi cuerpo despertó totalmente con una energía que se podía sentir en el ambiente, pues estaba consiente que este sería un grandioso día. Inicié con la rutina matutina; el agua le dio esa vitalidad de frescura aún más a mi piel. Después de terminar todo lo siguiente, salí encontrando a Balderik al mismo tiempo qué yo bajar las escaleras del hotel.







—Aún queda pendiente una pizza en Oslo— dijo con una sonrisa despreocupada.









—Está en mis prioridades— respondí al llegar y saludarlo de beso en las mejillas.









Nos dirigimos a las afueras del hotel donde nos esperan nuestros vehículos.








—Cuídate mucho, ¿quieres?— le dije en compañía de una mirada de advertencia.









—Tenlo por seguro.








Subimos cada uno a nuestro auto y partimos.









Pronto llegamos a la pista privada, el jet estaba listo para abordarlo y el personal estaba a mi espera; bajé sintiendo los rayos del sol directos en mi rostro, ya que no había puesto los lentes de sol, era un vuelo de poco más de ocho horas a Ginebra Suiza así que mi atuendo era suficiente cómodo, al acercarme salude amablemente a las personas y abordé.













Un exquisito desayuno se dejó ver, tomé posesión de él al igual que el del asiento, mientras veía por la ventanilla el trayecto del vuelo al mismo tiempo que trabaja y tenía llamadas, que entre ellas se encontraban reuniones con Lauret.








La azafata se acercó avisando que aterrizaríamos; guarde algunas cosas y espere. Al pisar tierra firme proseguí y descendí por las escalerillas. Reprimí una sonrisa de ego y emoción al mismo tiempo, vehículos negros hacían fila, él estaba esperando por mí, su traje negro resaltaba su figura de espalda pues estaba hablando por teléfono, mientras su otra mano estaba en su bolsillo, cuando dio la vuelta para encontrarme colgó y quitó sus lentes dándoselos a un guardia de seguridad, espero a que llegara a él y al hacerlo no dijo nada solo me tomo del rostro dócilmente entre sus manos, encontró mi mirada y después unió nuestros labios en un profundo beso. Todos los presentes desviaron la mirada dando la privacidad necesaria.










—Tengo una sorpresa para ti— susurró cerca de mi oído al finalizar el beso, mientras me rodeaba con sus brazos.









No tuve oportunidad de responder, ya que me tomo de la mano y subimos al auto. Los de seguridad imitaron el acto y comenzamos andar.









—¿Cómo estuvo tu viaje?, ¿lo disfrutaste?— me pregunto mientras me brindaba un dulce típico de Suiza. Ahora podía darme cuenta de que mantenía dulces de acuerdo al país donde estaba, de pronto recordé cómo conectó con aquel niño que vagaba por una de las empresas.









—Cerré algunos negocios y relaciones que no necesitaba, así que mentiría si digo que no— expliqué —Si, lo disfruté.








—Disfrutarás más estar aquí— me miró con seguridad.













La imagen tierna que había recordado en un instante fue borrada por sus palabras. Después limpio de mis labios los residuos de dulce con sus dedos y continuamos el trayecto.










PSYCHO | (bilogía mentes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora