Despertar con su olor en la habitación era asombroso, pues sabia que se encontraba cerca. La noche no fue consumada, ya que preferimos solo disfrutar uno del otro. Moví mi figura dentro de las sábanas agradeciendo lo cálidas que resultaban.
—Podría quedarme eternamente admirando esta vista— su voz se pronunció.
Mi rostro se iluminó abriendo mis ojos mientras sonreía.
—Estaría encantada de quedarme una eternidad aquí— respondí volteando mi cuerpo hacia él.
Estaba ahí sentando con atuendo más relajado, pero sin perder la elegancia con un suéter gris y unos pantalones de vestir del mismo, nadie se podía imaginar lo costosos que eran más que los que usaban lo mismo que nosotros. La mesita que estaba frente a él estaba con un exquisito desayuno con mis frutas favoritas y también había Hortensias, que por lo que pude ver adornaban la habitación.
—Ven, tienes que desayunar— expresó.
Me levanté de la cama aún con la bata de satín blanco y me dirigí a la mesita, pero antes de poder sentarme Zander sujeto mi brazo y me atrajo hacía él besando mis labios.
—Ahora si, buenos días— dijo en medio del beso.
Después de terminar de desayunar él trabajó un momento dándome el tiempo suficiente para arreglarme y estar lista, cuando finalice fui en su busca.
—Llegar tarde es muy descortés— dije al abrir las puertas de madera del estudio.
—Ese vestido es una invitación a ser descortés— dejo lo que estaba haciendo y se acercó a mí tomando mi cintura con posesión.
—Tenemos una cita médica— sonreí sutil al tiempo que me soltaba de su agarre con provocación.
Zander sonrió dándose cuenta de mi movimiento, pero antes de que pudiera responder el chófer apareció.
—El auto está listo— anunció al llegar haciendo un ademán hacia nosotros.
Dejamos de lado el juego y nos dirigimos al vehículo que nos llevaría a la clínica.
En cada lugar, transporte o lugar donde nos encontrábamos había una clínica instalada y a la altura de los integrantes de la élite, pues nuestra seguridad sanitaria estaba por encima de todo, pero también estaban los establecimientos grandes en ciudades y países, exclusivos para nosotros, al igual que los lugares base de reuniones de la élite. Estos sitios eran diseñados en cada detalle para las necesidades de la sociedad gobernante del mundo entero, cada persona era altamente capacitada para atendernos sin margen de error. Nosotros no éramos como los demás que eran indefensos a contraer cualquier organismo que acabara o atentara contra su vida, nosotros creábamos y desarrollábamos esas enfermedades así como sus curas. A veces pensaba en lo influenciables y el poder que teníamos sobre la humanidad y me costaba creerlo, como un tiempo yo misma fui parte de ese sector y ahora era quien lo dirigía.
Nuestra genética era superior a cualquier especie en el planeta por eso las clínicas eran solo para las familias de linajes puros como las seis o siete familias, incluyendo la dinastía de Zander. Todos ellos ya tenían el gen, incluso habían nacido con él corriendo por sus venas, pero yo aún no lo tomaba, aún no lo tenía y aunque era inmune, estaba expuesta en vulnerabilidad de cierta forma, por eso el porqué de mis problemas mentales, habíamos decidido venir a Suiza, ya que debía ser tratada con más delicadeza, además de pasar un buen tiempo juntos con los hermosos países Suizos.
Al llegar a los territorios y entrar, estos eran en su mayoría naturaleza nata, pues los establecimientos se encontraban bajo tierra por seguridad y protocolos. El auto siguió hasta el límite establecido para los vehículos y bajamos, pasando por niveles de seguridad para nosotros mismos, hasta adentrarnos en un mundo médico que era inexistente para los demás.
El pequeño bolso blanco, las sandalias que eran el complemento de mi vestido lila pastel, así como los accesorios habían quedado en una sección que no afectará para nada lo sanitario y esterilizado de la clínica. A Zander y a mí nos brindaron lo necesario y cómodo para nuestra estancia.
—La revisión médica es antes de consumir cualquier encuentro íntimo— Zander llego nuevamente a mí después del riguroso protocolo clínico —Es por seguridad de ambas partes, la dominante y la sumisa. Como ya sabes nosotros nos encontramos bien en todos los sentidos médicos, aun así es muy importante que la sumisa esté informada, eso crea un lazo de confianza muy importante.
—¿Traías a las sumisas aquí?— pregunté.
—No— respondió con firmeza —Llevaba a mis médicos a ellas. Las revisiones de la gente normal son diferentes, aun así les brindaría el mejor servicio, podía hacerlo y lo hacía para su bienestar. Quiero lo mejor para ti y eres del linaje así que sé que tendrás lo mejor por tu parte y por supuesto de la mía— dejo un beso en mi frente.
Fuimos llevados a laboratorios donde pasamos por aparatos y pruebas, separando a uno del otro. Pude observar la gran tecnología que habitada dentro de los muros; ansiaba que Rianne… Mi pequeña lobita dejara aquel lugar frío donde sabía perfectamente que no podían ayudarla y fuera atendida aquí, esta era la única forma en que podía salvarla, pero no podía traerla sin ponerla en riesgo, nadie sabía de su existencia y si pisaba estos lugares quedaría expuesta ante todos los linajes incluyendo al que nos causó tanto daño, tampoco podía extraer nada para su beneficio fuera de los establecimientos, ya que era una fortaleza y eso significaría destruir todo y solo afectaría a mi familia por traición al linaje.
Después de un rato, nos fue dado un descanso en el cual nos brindaron algunas degustaciones por la exhausta revisión.
—En unos días tendremos todos los resultados— hablé cuando lo vi entrar a la sala de jardín.
—¿Estas consiente que es únicamente por seguridad y placer del otro?, para conocer y dar lo mejor de acuerdo a las necesidades y gustos.
—Estoy consiente— sostuve su agarre que me atrajo hacia su regazo —Confío en ti... Zander.
Nuestras miradas se cruzaron, paso su mano por la apertura del vestido subiendo un poco más tocando mi piel.
—También es para mantener nuestra descendencia tranquila— su mirada fue sería.
—¿Tratas de decirme que quieres tener descendencia?— sonreí con dulzura, pues no lo esperaba.
—Quiero todo contigo, Siren— besó mis labios con desespero —Eso lo hablaremos en otro momento, no en plenas pruebas para bdsm.
Volvió a besarme, pero esta vez sostuvo y guio mi cadera dejando su regazo en medio de mis piernas.
—Ahora dime, ¿en qué país quieres la ceremonia y quienes serán tus invitados?.
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PSYCHO | (bilogía mentes)
Random¡PRÓXIMAMENTE EN EDICIÓN! Todos podemos llegar a ser un poco PSYCHO. +21. PUEDE CONTENER TEMAS SENSIBLES Y DELICADOS QUE PUEDEN NO SER APTOS PARA TODO PÚBLICO, COMO TRASTORNOS MENTALES, DEPRESIÓN, ANSIEDAD, ASÍ COMO SUICIDIO, ABUSO Y FILIAS. ADEMÁS...