68 ~ CORONA LUNAR.

40 7 0
                                    





𝑽𝑬𝑹𝑰𝑻𝒀 𝑽𝑨𝑵 𝑫𝑶𝑹𝑬𝑵. 𝑶𝑺𝑳𝑶 𝑵𝑶𝑹𝑼𝑬𝑮𝑨 2003.

—¿Para mí?.

—Por supuesto, para la mujer más hermosa.

—oh, eso es muy cruel de tu parte —sonreí a mi esposo.

—no, no lo es —se acercó— eres la mujer más hermosa ante mis ojos, eso te convierte en la mujer más hermosa del mundo —tomo mi mano con suavidad— la belleza le pertenece a quien la admira, y oh amor, mis ojos no dejan de admirarte.

Un beso en mis labios movió a la pequeña Rianne, quien nos miraba sentada en mi regazo.

—papá —hablo Vidarr.

—Dime, hijo.

—¿Qué hubiera pasado si no hubieses conocido a mamá?.

—mi vida sería una miseria, no hubiera conocido jamás, pero jamás la felicidad —respondió Demir con exageración al explicarle a nuestro hijo— esta mujer, tú madre, me ha dado todo en la vida —me miro.

—Te amo, Demir —me levanté. Puse a Ri en un asiento.

—Agradezco tu amor, pero ahora tengo que ir por mis otros amores —también se levantó y se fue.

Moví la cabeza con una sonrisa; ese hombre era extraordinario. Llame a Vidarr quien me ayudo a sacar las cosas para los sándwiches.

Más tarde el resto de nuestros hijos entraron haciendo un ruido que inundó la corta casa.

—¡Mamá, hemos llegado! —Sienna se acercó a dar un beso— Siren ha trepado un árbol —comunicó— se ha caído, pero antes ha cortado algunas frutas.

Siren llegó exhausta, así que se sentó frente a mí.

—Tengo mucha hambre —me miro.

Le entregué un sándwich.

—Felicidades, hija, por tu valentía de trepar un árbol.

—Yo también tengo hambre mamá —Asger también me miro.


—pero no a podido llegar tres pasos arriba, le animamos, pero se negó a volver hacerlo —explicó Sienna.


—La próxima vez llegarás más lejos —acaricie su cabello —Observé a los demás niños que seguían jugando con su padre— Ahora todos a la mesa.

—Ron, Ron —Siren habló a su hermano Ronan— ¿mañana podemos seguir con las clases de flores?.

—Si, pero me darás la mitad de tu sándwich cuando lleguemos a casa —trato.

—Ronan —cuestione— es tu hermana, no le puedes pedir su comida a cambio de clases.

—Yo lo haré, yo te daré la mitad de la mía si le enseñas a Siren —Vidarr inquirio.

—no, nada de eso será necesario. Ayudaré por las mañanas a la señora de las flores y Siren puede venir conmigo —solucióne— solo que tendrá que levantarse más temprano de lo de costumbre.

—si, lo haré mamá —contestó ella.

Mire a Demir y sabía que ya estaba pensando en algo, pero sabía que no me dejaría impedírselo. Trabajaba demasiado, más de lo humano, a penas tenía tiempo para comer y dormir, mismo tiempo que le dedicaba a los niños, así que buscaba la manera de que en ese tiempo se incluyera alguna comida.


PSYCHO | (bilogía mentes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora