54 ~ VOLVER A RECORDAR ES VOLVER A VIVIR.

47 8 0
                                    







El hielo sobre mi paladar se sentía refrescante, pero podía notar como Zander me observaba con cierta curiosidad que era tierna.



—La celebración que mis padres han preparado en nuestro honor esta lista y ya está la fecha —anunció— Seguro están buscando ponerse en contacto contigo.



Había estado un tanto lejos de todos, con el único que tenía contacto sin límite era con mi hombre, con los demás solo era lo justo mínimo como era requerido. Deje que los trozos de agua se derritieran en mi boca.



—Fue más rápido de lo que pensé. El significado de ser prioridad —conteste— Me pondré en contacto.



Se levantó para acercarse, seguido me levanto quitando el vaso de mis manos para ponerlo en la mesita, sentarse y cargarme sobre su regazo.



—Tu cita con los médicos se acerca —me miro rodeando mi cintura con sus brazos al tiempo que mis manos se posaban sobre sus hombros.


Asentí.



—Quiero seguir estando informado, ¿si? —habló protector.




—Claro —mis ojos reflejaron el encanto que tenían hacía él.



Sujeto el vaso con sus manos y me dio un poco de hielo en la boca. La escena se vio interrumpida por un carraspeó.



—Lo siento. Los empleados me dijeron que podía entrar —Balderik llegó— No anhelo por otra amenaza de una mano cortada —el tono sarcástico fue evidente y con cierta diversión.



—Él que se debe disculpar soy yo —Zander dijo con firmeza— Te ofrezco una disculpa, Balderik, me comporté como un salvaje —me miro pues había hecho alusión al pasado y a como yo lo llamaba.



—No sé si cualquiera en tu posición lo hubiera hecho de esa forma, pero lo comprendo.



—¿Posición?.



—Si, yo podía estar cerca de esa maravillosa mujer y tú no —Balderik fue convincente— Conseguiste conquistarla después de todo, es algo que admiro, porque el que ella te ame solamente significa que eres un gran hombre y estás a su altura.




—Eres importante para Siren, eso significa que también eres importante para mí —finalizó Zander.



—Bueno, ahora que los dos dejamos clara nuestra posición hacia el amor que compartimos por esta mujer —me evidenció— Debo decir que me preocupa, ahora puedo ver qué ingiere hielo, cuando estuvo conmigo ingirió "coco" —hizo un gesto de desconcierto.



Zander guío su mirada hacia mí sin disimular.



—Mis pensamientos me dijeron que podía ser por el cambio de papilas gustativas o podría ser que cambiaron a Siren por alguien más —Balderik expuso sus teorías.


—Sigo siendo la misma y solo tal vez no me disgusta tanto el coco —hable haciendo presencia.


—Si mi mujer dice qué tal vez no le disgusta tanto el coco, entonces es así —puso punto final a la conversación.



Al darse cuanta Balderik que el hombre que me cargaba se acomodaba para irse se dio vuelta para brindarnos un poco más de privacidad. Zander tomó mi mentón y beso mis labios en un beso tan diminuto.



—Tengo que irme, te veré en Estambul.




Asentí. Él se levantó y se retiró, cuando vio a Balderik le hizo un casi imperceptible ademán con la cabeza y él se lo devolvió.




PSYCHO | (bilogía mentes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora