21 ~ INICIÓ

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—Está todo listo— Laurent habló –Es el inició.






—El inicio de la finalidad, ahora tienen que sentarse a observar como se hace— respondí abotonando la camisa del traje que llevaba puesto.






Las grandes puertas de la sala se abrieron y ellos estaban sentados, al verme llegar se pusieron de pie. Regnar, Zafiro, Cian, Dempsey y Drystan. Cada uno de ellos querían lo mismo, el mismo objetivo, solo que la historia detrás era diferente.






—Es tiempo, es hora de empezar un nuevo juego— hablé posicionándome en el lugar principal de la mesa —Todos deberán seguir cada una de mis indicaciones mejor de lo que lo han hecho.






—Una historia merecedora de recordar— dijo Zafiro —El día en que el líder cayó.







—A manos de una de las personas que más ama— contestó Cian –Definitivamente Siren es mi musa.






—Digna de Admiración— Drystan me observo.




—La vida... el mundo es una ilusión y ya es tiempo de que el hilo principal cambie de líder.






Respire profundamente antes de salir sin mencionar nada más. El mundo tenía muchos rostros y hay que aprender a utilizar cada uno a su tiempo.





—A casa de Laurent— ordené al subir al auto.







El camino fue corto, pues llegamos rápido. Las entradas fueron abiertas para que pudiera entrar, al bajar del vehículo inmediatamente me dirigí al estudio, donde ya me esperaba.








—Espero no haber llegado tarde— sonreí al verlo.





—Justo a tiempo, incluso si lo hicieras retrocediera el reloj— me recibió dando un beso en la mejilla y un leve abrazo —¿Lista para el golf?.






—Por supuesto, ¿Dónde esta Merle?, ansío jugar con ella, es una digna contrincante.







Comenzó a caminar hacia los pasillos con un fino puro en su mano.







—Ya debe estar en el campo.






Ambos seguimos el camino, llegando al grande empastado, con pequeñas mesitas para relajarse o poder observar los juegos.







—¡SIREN!— gritó Merle desde lejos al verme, dirigiéndose hacia nosotros.










Sus brazos se extendieron rodeando mi delgada silueta, su aroma fino inundo mi olfato con el agarre.









—Cariño, tenías mucho sin venir— soltó mi cuerpo. Dando un beso rápido a Laurent.









—Los negocios me han tenido muy ocupada— respondí —¿Comenzamos?— observé el campo.













—Claro, te esperamos.










Las personas de servicio se hicieron cargo de mis cosas, dando la libertad necesaria. Me dirigí a cambiarme con el clásico estilo de etiqueta del golf, al finalizar salí yendo hacia ellos. Los rayos del sol tocaron mi piel pálida, la falda blanca hacía juego con el calzado y los calcetines. Uno de los empleados me dio el wedge.











PSYCHO | (bilogía mentes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora