PSYCHO | (bilogía mentes)

41 ~ CAMBIANTE PARA LA VIDA

Al principio, al inicio de todo, esto parecía sub real, entonces puede ver y darme cuenta como era y como funciona el mundo real. Como cada individuo tenía un hilo del que alguien más tiraba y así sucesivamente hasta llegar al punto más alto, al que tenía el control, pero fue ahí donde descubrí que era mucho más que eso, pues aunque estaban sujetos a este hilo superior contaban con la capacidad de romperlo y que incluso el punto alto les permitía que lo hicieran, al ver que no lo hacían les daba herramientas para que avanzaran, pero se negaban.

Tampoco era como que tuvieran el mejor hilo superior. Para poder llegar a ese hilo tenía que enfrentar, burlar, entrar a un alto sistema del que ahora formaba parte. Mismo sistema que había aprendido a comprender desde un punto diferente; estando dentro del sistema, estando fuera y ahora manejando el mismo. La niña que inicio, la adolescente que vivió el proceso y la mujer que estaba en la cima eran las mismas que estaban enamoradas, si yo estaba enamorada y aún no podía creerlo, ya que por más teoría que se tuviera era muy diferente llevarla al cabo.

—El señor Lauret ha dado el permiso para comenzar con los preparativos de la gala para las dos familias, la Rothschild y la Van Doren —Informó André— La misma donde se hará honor de la unión de ambos linajes.

—A Zander esto no le gustará —dije recordando la relación que mantenían.

—Ambos están consientes que eres la única que puedes unirlos, por eso el señor Lauret lo está haciendo —comenzó a caminar—. Sabe que el joven Zander no te va a negar nada, como también él sabe que el señor Lauret tampoco va a negarte nada. La diferencia es que uno de ellos se está aprovechando de eso y es el mismo que quiere una gran celebración.

—Mantente cerca —le seguí el paso—. De todo, en los detalles, más aún en lo de la celebración. Encárgate.

Para cada festejo que la sociedad ofrecía ante el honor de la vida debía ser lo más grandioso, y claro para cada uno un rostro diferente digno de la situación. Al principio fue difícil, ser rostros que no eras, pero después se convirtió en un arte. Era un juego y yo me divertía, aún más cuando veía los resultados. Debía admitir que me gustaba, me deleitaba en el placer del control en los juegos de poder: pero incluso había de juegos a juegos y lo que tenía con el líder de los hilos era más que un simple juego, era una ira que me consumía por dentro, una ira que estaba ansiosa por salir y que al hacerlo ardería todo a su paso... incluso a mí.

—¡André! —detuve su disposición de retirarse— ¿Cómo está?.

—Ella está bien, la niña Rianne se encuentra bien al igual que tus padres. Todo está en orden.

El ligero movimiento con la cabeza le indicó que podía retirarse al igual que mis agradecimientos. Pasaron algunos minutos en los que me quede absorta viendo el gran paisaje de montañas.

—¿Todo bien? —el tono de Zander me trajo de vuelta.

—Lauret organizará una celebración en honor a nuestra relación, entre familias —dije sin rodeos— No se realizará si tú no quieres y André se encargará de eso.

Espero por unos segundos en silencio.

—Lo haremos —respondió convencido— Todo forma parte de... ¿No es así?.