53 ~ MÁS ROJO.

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Descanse lo suficiente para reponer mis energías. Mis sentidos despertaron mucho antes que mis ojos se abrieran. Enseguida sentí los suaves y húmedos labios de Zander en mi mejilla al tiempo que las gotas de agua caían sobre mí, olía a limpio y recién duchado.





—¿Dormiste bien?.




—Muy bien.



Lo besé.



—¿Lo suficiente para continuar o prefieres que nos retiremos?.




Hablo como Zander y Siren y luego se alejó, así que me acomode para volver a verlo. Se puso enfrente de la cama justo donde se podía apreciar como la red velvet continuaba. Mi mente hizo un conteo de horario y aún no era media noche. En efecto, él ya había estado bajo el agua: esta vez solo traía unos jeans y su masculinidad salía por cada poro de su piel.





—Continuemos.




Una ligera, pero visible sonrisa hizo compás con sus ojos llenos de aprobación y orgullo.




—Te daré espacio.



Asentí y él salió.




Aspire con profundidad e inicie la higiene necesaria. Al cabo de un rato estuve lista. Esta vez usé unos ligeros con una malla traslúcida que cubría hasta mi ombligo al tiempo que la parte interior resaltaba, la parte superior era igual a la malla, también puse unos guantes altos de cuero, todo color rojo.




Luego que rocié gotas de la colonia, salí en busca de mi amo. Ya estaba lista para seguir de nuevo.




—Tu amo está orgulloso de que le pertenezcas —acarició mi cabello que está vez estaba suelto.



Las palabras de afirmación me incitaban a seguir siendo una buena chica, pues solo alimentaban mis ganas de satisfacerlo.




—Vamos afuera.




Salimos a la sala principal donde la fiesta estaba en un punto máximo. Al instante nos ofrecieron bebidas, dulces, preservativos, sustancias ideales para elevar la mente. Mi señor eligió una bebida, tomó un sorbo, se acercó y beso mis labios dejando caer las frías gotas sobre mi tez; con mi lengua absorbí el líquido como si estuviera sedienta desde hace un largo tiempo. Me dio la copa y seguimos caminando.




Todos los rostros los conocía o al menos la mayoría, aunque algunos más que a otros por el contacto más de cerca, unos cuantos sabían quien era yo, los más privilegiados, pero aquí no éramos esas personas, aquí éramos dominantes/ sumisos/ switch. De pronto mis ojos se llevaron una sorpresa más; una faceta diferente que no habría imaginado, Drystan estaba aquí, era un dominante. Luego de que sus ojos nos vieran se atravesó en nuestro camino de la forma más modesta y respetable.




—Es sumamente agradable verlos esta noche —rompió el silencio con una sonrisa genuina.




—Es una gran velada, sé que fuiste uno de los organizadores —mi amo contestó.




—Así es, y me alegra verte aquí de nuevo —Drystan volteó a verme— Él hacía demasiado tiempo que no asistía a estos eventos —susurró audible como si fuera un secreto entre él y yo.




A pesar de su conversación jamás los vi a los ojos, no lo tenía permitido ni a ellos y a nadie más, no de la manera en que se hacía comúnmente.




PSYCHO | (bilogía mentes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora