30 ~ CEREMONIA

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Después de días recibimos los resultados de las revisiones y estaban totalmente en orden, así que ya estábamos siguiendo las instrucciones de los médicos del linaje. Tuve el tiempo necesario para comenzar con el seguimiento de nuestra ceremonia y ahora estábamos en París Francia, donde se llevaría a cabo en honor al nombre del sadismo.






Zander me había enseñado demasiado en el último tiempo por no decir que desde él principió que nos conocimos, dentro del ámbito laboral, personal y ahora en relaciones y mundos, lo cual era nuevo para mí. Me había torturado y costado demasiado poder abrirme e iniciar algo desconocido sabiendo lo que eso significaba al menos en mi situación... ahora el reino se estaba construyendo y cuidaría de el así como a sus monarcas.








Estas celebraciones o rituales llenas de costumbres de los practicantes de bdsm eran actos públicos y formales de acuerdo con los protocolos, reglas o ritos establecidos por la ley o también eran realizadas por parejas ya consolidadas; por la costumbre y el simbolismo que eso representaba. Tampoco era necesario que las parejas las realizaran, pues eso ya dependía de cada relación y gustos aunque siempre debía ser ssc (seguro, sensato y consensuado) en cualquier práctica fuera y dentro del bdsm. Zander me había enseñado que este mundo era muy amplió así que como había practicantes especializados que sabían del tema siendo buenos entrenadores, aprendices, dominantes, sumisos entre muchos otros, también había quienes practicaban estos mismos sin conocimientos y ponían en riesgo a sus parejas y hasta a ellos mismos.









El evento iba a hacer pequeño y privado, ya que la ceremonia era de entrega de collar, aun así quería lo mejor, después de todo era mi ceremonia, la de una líder... dos líderes. Para estos actos podían asistir las personas más íntimas y allegadas a los anfitriones, aunque muchas veces estos lo celebraban solamente ellos dos sin testigos, nosotros si tendríamos invitados y solamente eran unos cuantos; por mi parte eran Balderik y André, pues eran las personas más cercanas a mí después de mis padres y los únicos que podían presenciar como me sometía a un hombre. Puesto que mi madre quería nietos, dudaba mucho que quisiera presenciar la práctica de como serían concebidos. Por parte de Zander asistirían Zyanya, Sirideán y Dian un amigo cercano a él.








—¿Lucien?— preguntó André cuando vio la peluca en una de las maletas —Esto es un descuido— recalcó volteando a verme.










—No cometo descuidos a menos que quiera hacerlos, lo sabes bien— respondí viendo por la pequeña terraza de la habitación.










—Mi niña— se acercó —Lo sé y aunque ahora eres líder, recuerda que aún hay cosas fuera de tu alcance, ya estás dentro de otro nivel y debes de ser cuidadosa para tenerlo. Porque es arriesgado estar en un territorio que no conoces por completo, nunca sabes que armas podrían tener. Así que sé cautelosa con las tuyas.








—Zander me da tranquilidad, pero también esa dosis de locura. ¿Acaso estoy bajando la guardia por permitirme sentir?— lo vi en busca de una respuesta —Sé que estas conversaciones las tenía con Levana, pero ella ya no está— cerré los ojos soltando un suspiró.








—Ella deseaba que dejaras entrar el amor y a esos sentimientos los hubiera llamado equilibrio— sonrío recargando sus brazos sobre los muros que rodeaban el balcón —No, no estás bajando la guardia, estás creando una nueva.








Los toquidos ansiosos en la puerta atrajeron nuestra atención, después vimos como la cerradura abría la puerta y André se apresuró a guardar todo tipo de maletas y sus pertenencias.










PSYCHO | (bilogía mentes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora