PSYCHO | (bilogía mentes)

44 ~ UNIÓN DE LINAJES

𝑭𝒍𝒂𝒔𝒉𝒃𝒂𝒄𝒌

—¿Los mundos como en los cuentos son reales o pueden serlo, cuando somos grandes?.

—Todo es posible —sonrío. Volteo a verme para después ver el atardecer— Todo lo que puedas imaginar es posible, porque tiene vida de alguna forma. Aveces solo se tiene que materializar.

Los escasos rayos de luz iluminaban su rostro. Era perfecta, quizas no para todos, pero si para mí.《La perfección únicamente podía ser encontrada por quien pudiera y estuviera dispuesto a comprenderla. Cuando la mente indicada lo hiciera, pues no todas lo eran y lo reflejaban a través de la mirada, ya que esta era el reflejo de los pensamientos》 eso decía ella.

—Ahora, vamos pequeña Siren.

Corrió con alegría en dirección de la casa que era nuestro hogar.

—¡Sienna, espéra!.

𝑭𝒊𝒏 𝒇𝒍𝒂𝒔𝒉𝒃𝒂𝒄𝒌.

Habían pasado semanas y cada uno de los que estábamos en Signag habíamos regresado a nuestra vida y lo que eso significaba; claro que estando ahí seguíamos al frente, pero podíamos relajarnos un poco más y disfrutar de nuestras vidas más personalmente con cierta privacidad del mundo exterior. También habían pasado días desde la última vez que vi físicamente a mi hombre, ya que por más contacto que tuviéramos jamás sería lo mismo.

El transporte paso las líneas de seguridad por debajo del agua y apenas lo hicimos se sintió el cambio. El día había llegado, seria nuestra celebración que mostraba en un ritual nuestras sangres, como estarían destinadas a dar vida y continuar con las generaciones de genética de nuestra progenie. Una celebración meramente social ante nuestra clase, la manera en la que se formalizaba y consolidaba una relación.

—¿Todos han llegado? —pregunté al asistente.

—Si, todos ya están instalados —resolvió la duda por detrás de mi.

El transporte se detuvo e instaló en su lugar. Un elevador de cristal ingresó por nosotros para luego llevarnos por unas vías que parecían de tren, solo que estas eran de una tecnología superior. Lo blanco nos recibió al llegar a la superficie, todo estaba inundado de nieve, el viento era blanquisco por lo cual dejaba en claro las bajas temperaturas. Este era un sitio que nadie conocía, absolutamente nadie, nada más los linajes. Era uno de los tantos fuera del radar e inexistentes. Las vías bajaron llevando a las instalaciones.

—¡Bienvenida!, sus padres ya se han instalado —me recibió el encargado.

—¡Gracias! —agradeci por lo bajo.

Di algunas indicaciones a la asistencia y me dirigí en busca de mis padres. Durante el trayecto en los corredores no encontré a nadie, estaban vacíos así que no tarde. Abri la puerta y ahí estaban ellos abrazados viendo a travez de una ventana. Cuando escucharon como la estructura se había abierto voltearon.

—¡Mamá, Papá!.

Aspire y fui directo a resguardarme en sus brazos.

—¿Estás lista?, ¿lo amas? —pregunto mamá acomodando mi cabello detrás del oído.

—Si —contesté.

Unos toquidos resonaron interrumpiendo.

—Una disculpa por la interrupción. Señorita Siren, él Joven Zander pide verla.

Asenti informando que podía retirarse y volvi a ver a mis padres.

—Ve por tu felicidad —sonrío mi padre.

Una sonrisa también iluminó mi rostro al tiempo que sostenía sus agarres. Instantes después salí.

Al llegar a la habitación asignada entre, pero no estaba Zander sino Zyanya con una emoción que se manifestaba en todo el sitio.

—¡Siren! —me nombró al verme— Me ha pedido que este contigo, aunque no tenía que hacerlo. Siempre estaré para ti.

Me acerque y la abrace. Todo el personal del equipo comenzaron con el trabajo. Había participado en toda la organización tanto como pude, más aún en detalles como el vestido, las flores, las musica. Detalles demasiado importantes para alguien que organizaba su celebración especial y a pesar de no ser nuestra en su totalidad no le restaba cuán importante era.

Unión de linajes, ¿qué era?. Una unión era la entrega de algo en específico de las personas involucradas para así unificarse como una. En los linajes era mucho más. Significaba el comienzo de una nueva generación de familias con genética diferente y las futuras por venir. Una unión que se presentaba ante las demás dinastías como unificada y con motivo de festejo ante tal acto como el amor entre dos personas. Porque si, las familias se unían por amor, un privilegio que solo ellos gozaban, ya que ellos no estaban dispuestos a perder el tiempo y su felicidad por nada. Mientas el resto se unía, casando por intereses que elevarán su estatus, arreglos por conveniencia cayendo en algún tipo de juego en los juegos del poder. Zyanya se retiró antes de que terminaran de arreglarme pues tenía que estar en su lugar.

—Ha llegado el momento —habló mi padre al tiempo que entraba quedándose en la puerta— ¿En qué momento mi lobita creció?.

Sonreí al escucharlo y ver su rostro lleno de sentimientos que todo padre siente por su hija al darse cuenta que ha crecido. Pues aunque estamos al tanto del tiempo pocas veces nos detenemos a ver lo que ha avanzado con este y nos llena de melancolía darnos cuenta que tan efímera es la vida y sus etapas. Aún recuerdo cuando el hombre al que estaba abrazando llegaba con flores para sus hijos y para mi madre, fue entonces cuando supe lo que quería para mi vida.

—Aún estamos a tiempo de huir si esque decides arrepentirte —me abrazo con calidez y complicidad— Podemos fingir por un par de años más que aún no has crecido.

—Siempre seré tu lobita —respondí entre sonrisas.

—¿Estas segura? — me miró sosteniendo mi cuerpo por los hombros.

—Si, esto es lo que quiero. Lo amo.

—Es el inicio rumbo a crear tu propia manada.

Aspire con profundidad comprendiendo el significado de lo que decía. Sostuvo mi brazo y salimos en aquella dirección. La celebración se llevaría acabo a fuera en medio de la nieve. Cada evento era único y diferente dado sus anfitriones, pero este mantenía el mismo ritual y equivalente. El linaje de la mujer era representado por un color y el del hombre de otro. El mío, el yo que había elegido era el color perla: que representaba la feminidad, era clásico, elegante, limpio, con carácter, delicado. Por lo tanto toda mi familia debía portar algo de ese tono. Zander había elegido el tono dorado: un tono que representaba la masculinidad, poder, bienestar, belleza, riqueza y realeza.

𝑭𝒍𝒂𝒔𝒉𝒃𝒂𝒄𝒌.

—Algún día obtendrás tu propio mundo y más de lo que sueñas —Sienna se detuvo en mi espera.

Me atrapó entre sus brazos como siempre lo hacía, pero había algo diferente y pude sentirlo.

—Por que estas destinada para ello.

𝑭𝒊𝒏 𝒇𝒍𝒂𝒔𝒉𝒃𝒂𝒄𝒌.

Era demasiado pequeña e inocente para entender. Ahora podía ver, se estaba despidiendo sin saberlo.

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