25 ~ VIAJE

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—Familia, Siren y yo estamos juntos— zander me miró al tiempo que daba el anuncio a su hermana Zyanya y a su nana Lun.






Estaba frente a él en la otra cabecera del comedor. Alzo la copa en mi dirección, iniciando un brindis, el cual seguí demostrando con orgullo nuestra unión.







—¡Felicidades!— Zyanya hablo derrochando alegría por la noticia —Estoy muy feliz por ustedes, bienvenida a la familia Siren, aunque siempre fuiste parte, solo ahora ya es formal.






—Gracias, lo agradezco mucho— contesté con una sonrisa genuina.







—Forman una hermosa pareja— dijo nana Lun viendo con felicidad a ambos, pero sobre todo a Zander, pues se podía ver cuanto lo quería.








—Aún no es público, únicamente lo saben ustedes, así que Siren y yo les comunicaremos cuando será el anuncio público— les explico Zander.








Aún no sabía cómo quería que fuera el anuncio exactamente, pues no lo había pensado jamás, pero sin duda tendría que ser extraordinario. Un anuncio público no significaba darlo a conocer a todo el mundo, sino a nuestra élite exclusivamente, pues sería el anuncio de la unión de dos personas dentro de los líderes del mundo, lo que era igual a un aumento de alianzas, estrategias, fuerza y poder en las jerarquías familiares, eso era lo que realmente se daba a conocer. Aunque el estar juntos no debía afectar o intervenir dentro de la elite, dado que teníamos mentes superiores, diferentes, pero todos sabíamos lo que representaba entrelazar dos poderes.










—Siren, me encantaría ayudar cuando lo decidan— Zyanya me miro con ternura.








—Por supuesto— respondí.







Un hombre entró al comedor vestido de traje negro y guantes blancos.








—Buenos días— hizo un ademán —Señorita Siren, el jet está listo.








—Gracias, aún me quedaré unas horas, te puedes retirar.







Le sonreí al hombre, el cual acató mi orden.







—Siren, ¿no vendrás con nosotros a Mónaco?— pregunto Zyanya.










—Me temo que no— le sonreí.









—Sería maravilloso que vivieras, ¿por qué no?.








—El trabajo, son muchas cosas, pero espero la pasen de lo mejor— conteste reforzando la sonrisa.








—Comprendo, nos reuniremos pronto de nuevo— se levantó del asiento dándome un abrazo —Termine de desayunar, iré a nadar.







Se retiró con algo de desánimo.










—Yo también me retiró— nana también se fue con discreción.











—Vamos a la playa— habló Zander cuando nos quedamos solos.







Al escucharlo me levanté, sabía que era hora de aprender otro poco y sumergirme en un mundo del cual quería ser parte. Recorrimos la propiedad por atajos de pequeños caminos de madera, antes de poder llegar a las hermosas vistas que daban al mar, las montañas y la arena negra en medio del clima nublado. Definitivamente, aún me faltaba conocer mucho este lugar, la isla perdida con el mundo de Zander.







PSYCHO | (bilogía mentes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora