33 ~ IMAGEN Y SEMEJANZA

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—Quítate el antifaz— ordenó en susurros en medio de nuestros labios.




Se levantó, liberó todo mi cuerpo y finalmente quite el antifaz. Mi mirada fue borrosa por el tiempo que permaneció apagada. Me reincorporé aún procesando el agotamiento del éxtasis del placer. Se acercó a mí ya vestido, al menos su cuerpo bajo, pues su abdomen tonificado estaba a la vista. En sus manos había una bata la cual colocó sobre mi desnudez. Tomó mi mano y me guio a otra puerta que decía "Søtt rom" que fue abierta.





Esta era diferente, era más, cálida y acogedora, también había más luz que dejaba ver todo con claridad. Entendía que era la sala del aftercare. También estaban las enormes ventanas de vidrio con vista a la ciudad nocturna. Había bandejas con postres, frutas, bebidas, todo lo necesario para poder nutrir nuestros cuerpos.




—Amo sentirte mía— se detuvo frente a mí y me miró con profundidad.




—Amo sentirme tuya— respondí sumisa.



Sostuvo mi cuello con su mano y dejo un beso en mis labios. Después tomo una copa y se acercó a los ventanales, perdiéndose en la vista mientras yo me puse cómoda en la cama.




Estaba consiente que este primer encuentro había sido azúcar derramada para él o para cualquiera dentro de este mundo, pues había prácticas y con ellas niveles los cuales iría subiendo poco a poco. Volvió a mí y puso un postre en mi boca.





—¿Cómo te sientes?, ¿Estás bien?— cuestionó con delicadeza llena de atención —¿Necesitas algo?.





—Me siento bien y estoy bien— contesté —Necesito saber si lo hice bien.




Cuestioné. Quería saber, tal vez era la necesidad para elevar mi ego o para saber que debía mejorar, no lo sabía con exactitud, pero quería saber si lo había complacido.




—Lo hiciste muy bien Håndledd— reconoció. Rodeo mi cuerpo entre sus brazos atrayéndome a su pecho —Es él principió. Fue sensorial bajo porque sabía que te gustaría.








—Me atrae el dolor— confesé.




—Eso lo vamos a ir descubriendo, descubriremos tu umbral de dolor con nuestros límites establecidos— no podía verlo, pero supe que una sonrisa maliciosa apareció en sus labios —No te iba a flagelar o asfixiar en tu primera práctica, no te iba a poner en niveles altos cuando eres principiante— explicó —Eso ya lo sabías— volteó mi rostro con autoridad hacia arriba para encontrar su mirada y dejar una fruta en mi boca.




Continuamos con el aftercare, mientras me consentía con suma atención al igual que yo a él. Después aseamos nuestros cuerpos para poder descansar durante el resto de la noche.




La mañana había llegado y con ella el inicio del día. Un vuelo a Washington estados unidos me esperaba. Me levanté arreglando mi imagen y seguido salí de la habitación.





—¡Buenos días!— la figura de Zander apareció dándome la mejor vista.




—¡Buenos días!— me recibió en sus brazos dejando un beso sin abrumar —Vamos— tomo mi mano.




Ambos fuimos transportados a la pista donde dos aviones esperaban nuestra llegada. Bajamos de los vehículos y detuvimos nuestro caminar en medio de los Jets.





—Cuídate y recuerda vestir bien— habló con burla haciendo referencia al pasado sin perder su seriedad.




—Recuerda los trajes— sonreí siguiendo su juego.




PSYCHO | (bilogía mentes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora