Killian-por favor, por favor Valen—decía con desesperación, y al advertir que Valentina no haría nada, dirigió su triste y desolada mirada a Juliana—July... July porfis convence a Valen, por favor morena dile que yo me voy a portar bien, mi tía puede ayudar a Don Miguel, ella puede... ella puede hacer ese dulce... ese dulce que tanto le gusta y que...—el ataque de llanto lo arrasó con fuerza y arrastró a Juliana con él, solo que ella estaba disimulando sus lágrimas y su dolor lo mejor que podía.Estaban todos menos Miguel. Hernando había pasado la noche del domingo junto a su sobrina en un hostal de la región para a primera hora de la mañana recoger a Killian y llevarlo a su escuela, tal y como su tía María había condicionado. El bus llevaba más de diez minutos esperando por ellos pero Killian estaba renuente y acababa de utilizar su última carta. Juliana era esa carta. Era consiente del evidente cariño que su ahora amiga July, o morena, como ya de cariño le llamaba le tenía. Sabía que ella era la más flexible de las dos y también la más sentimental.
Juliana, que estaba acuclillada a la altura del niño intentado secar sus lágrimas y calmarlo, elevó su mirada suplicante hacia Valentina que con los ojos de ella le hizo saber que eso que le pedía sería imposible de conceder.
Juliana-mírame ¡Mírame Killian!—el chico lo hizo, aún consiente de lo que su amiga le diría lo hizo—te prometo que la próxima vez que salgas del perímetro no dejaré que te alejen más de mi—le mostró su dedo meñique, tal y como había visto a Valentina y a él cerrar sus pactos y sin ningún remordimientos los imitó. Él enlazó su meñique con el de ella con fuerza y de la misma manera Juliana unió su frente a él sin dejar de mirar a esos hermosos ojos que la habían cautivado desde el primer momento—una de las cosas que caracterizan a los regidos por el signo scorpión es la palabra y la lealtad—hizo esa referencia porque sabía que al chico le había encantado el tema de los signos zodiacales y las estrellas—cumpliré mi palabra Killian, así que vete despidiendo del maldito perímetro porque pronto vivirás aquí afuera, conmigo, con Val, con Río, con tus nuevos amigos y Miguel—le sonrió en medio de las lágrimas y él también. Se abrazaron fuerte, se dieron varios besos en los cachetes y se consolaron hasta que Juliana se separó de él y le dijo algo más—ahora ve, dale un abrazo y un beso a tu Valen para que te subas a ese bus con toda la actitud y la valentía que solo tú posees—el chico suspiró y en poco pasos estuvo frente a Valentina, que había aguantado las lágrimas como podía. Sin duda Juliana era su complemento, pues cuando ella no podía controlar alguna situación, siempre estaba su mujer, su dueña, su dulce y linda niña a auxiliarla.
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Valeria-¡Esto es imposible!
Victoria-¡Basta Valeria! ¡Basta ya!—la zarandeó sin ningún cuidado, estaba sumamente enojada, nerviosa y se podría decir que también la gran Victoria de los Milles de la región del Sur Oeste Americano sentía miedo, miedo de que todos sus esfuerzos, que todos sus sacrificios hubieran sido en vano—¡Son en estos momentos en los que te detesto con todo mi ser!—Valeria la empujó haciendo que retrocediera algunos pasos. Victoria no se sorprendió ya que no era la primera vez
Valeria-¡Pues ya que me aborreces tanto porque no le pides ayuda a tu hijita Valentina?! ¡Ah cierto, ella te detesta tanto como tú a mí en este momento!—Victoria la abofeteó y Valeria aunque quiso hacer lo mismo se arrepintió a última hora, esa línea nunca la había rebasado—ahora definitivamente sí que tendrás que pedirle ayuda a Valentina porque yo no pienso mover un solo dedo para ayudarte—dijo dolida y enojada decidida a marcharse del lugar, pero su madre la agarró del brazo volteándola. La miró a los ojos y con ellos le mostró un falso perdón y arrepentimiento.Victoria-sabes perfectamente que no le puedo pedir ayuda a Valentina, mucho menos en este momento que está tan enculada de la asquerosa esa—Valeria disimuló lo más que pudo la incomodidad que sentía cada vez que por su cabeza pasaba la imagen de su hermana cogiendo con la mujer que amaba
Valeria-no entiendo porqué no has hecho nada para separarlas—refunfuñó
Victoria-piénsalo Valeria, esa mugrosa nos lo está poniendo bastante fácil al enredar a Valentina—la chica frunció el ceño—cuando tuviste el accidente tuve miedo de que no te recuperaras, fue por eso que tuve que exigirle que volviera a reclamar su liderato, pero ahora que está con ella y parece tan decidida a abandonarlo todo por esa chiquilla, todo es más fácil para lograr alcanzar las metas y sueños que siempre hemos tenido—Valeria se llevó las manos a la cabeza y comenzó a masajeársela. No le estaba gustando nada lo que estaba escuchando—qué pasa Valeria?—coloco su abanico en su mentón y, con la ayuda de este lo elevó para que la mirara a los ojos—si el problema es esa chiquilla no te preocupes, seguiremos con el plan "B" y la hacemos desaparecer a ella también para que no quede ningún test...
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HASTA EL FIN DEL MUNDO (Juliantina)
FanfictionDa igual de que manera estuvieran destinadas a ser en esta vida, lo estarían al fin y al cabo y ellas... Ellas morirían felices porque estaban seguras que en esa otra vida irían a buscarse y, en esa si, en esa si que se harían felices y cumplirían t...