HASTA EL FIN DEL MUNDO (Juliantina)

NO SÉ QUE SERÁ EL AMOR 2.0

  "Yo nunca te olvidaría Juliana, si después de todo lo que ha pasado, hoy estoy aquí frente a ti diciéndote todo lo que te amo, tu sigues pensando que lo nuestro fue una ilusión, si aún así crees que esto no es real, entonces no sé qué será el amor mi vida".

                                       Valentina Carvajal (ERD)

Juliana-tranquila, tranquila mi ángel, todo va a estar bien, te voy a sacar de aquí, ya verás—aseguró pero la tormenta estaba tan fuerte que por unos segundos lo dudó. Valentina se había quedado tiesa, muda, no reaccionaba, esa tormenta la había agarrado totalmente desprevenida. Valentina más que miedo por ella sentía terror por Juliana. Ella podía mojarse, su esposa no.

Juliana puso el auto en marcha y con maestría maniobró para salir de donde se habían metido al quedarse ambas dormida y retomó el camino correcto. Mientras atravesaba a toda velocidad la solitaria carretera buscaba con la mirada algún lugar donde poder refugiarse hasta que la tormenta cesara.

Dos horas de viaje y nada, seguían en medio de la nada y aunque mientras estuvieran dentro del auto nada les podría pasar, en pocas millas debían detenerse para llenar el tanque de combustible. Si el auto llegaba a cero se apagaría y si no las mataba la lluvia entonces lo haría la falta de oxígeno.

Valentina seguía sin moverse, tenía su vista al frente pero Juliana sabía que su esposa no estaba allí. La chequeaba a cada segundo y se había dado cuenta de que estaba respirando con dificultad, en una de las veces que se volteó para ver cómo estaba, no se dio cuenta que el camino al que se estaban adentrando estaba lodoso debido a la lluvia, fue en cuanto el auto se detuvo abruptamente que se dio cuenta que se había atascado. Maldijo su suerte una y mil veces, golpeó el volante con desesperación. Las cosas se había puesto realmente feas para ellas.

La alarma de bajo combustible comenzó a sonar y ella se desesperó mucho más. No le quedaba de otra, debía sacarlas de ahí antes de que se les acabara el poco combustible, así que echó su mano hacia atrás agarrando la mochila y de esta sacó su capa impermeable resistente a la lluvia negra. En el momento que Valentina advirtió las intensiones de Juliana, pues esta quitó los seguros del auto, fue que la ojiazul reaccionó, se olvidó por un segundo de su trauma con la lluvia y le arrebató la capa a Juliana volviendo a accionar los seguros.

Valentina-¡Estás loca Juliana?!—exclamó sorprendiendo a su esposa—no vas a salir, podrías morir Juliana, esperemos a que pase, la lluvia no durará para siempre—Juliana agarró la capa nuevamente pero Valentina no lo permitió, así que por un rato estuvieron forcejeando por la capa.

Juliana-¡Suelta la capa de una vez Valentina! ¡Lo que no durará para siempre será el combustible!—Valentina tiró mucho más fuerte de la capa logrando quedarse con ella—¡La lluvia no parará ahora y solo nos quedan unos minutos de combustible! ¡Mierda Valentina es que no entiendes que te puedes morir?! ¡No seas inconsciente carajo!—perdió el control del todo. Valentina la entendía, pero no pudo disimular la cara de asombro que le causó escuchar a Juliana dirigirse a ella de esa manera porque nuca había pasado. Juliana también se dio cuenta de lo que estaba pasando por la cabeza de su esposa así que rápidamente se acercó a ella uniendo sus frente y tratando de respirar con normalidad por muy difícil que fuera hacer tal cosa en ese momento—perdóname... perdóname Val, yo no quise... no debí hablarte así, sé que la estoy cagando, lo sé, pero entiende que no puedo permitir que te expongas mi amor—decía cada palabra tomando aire pues este más no le podía faltar.

Valentina con sus brazos se aferró al cuello de ella y le dejó varios besos en el rostro, una vez más estaba siendo la dueña del control en ese momento
Valentina-te entiendo Juls, de verdad que lo hago, es por eso que tú también tendrás que perdonarme mi niña—Juliana intentó buscar su mirada pues no entendía, pero no tuvo tiempo, en menos de un segundo Valentina con sus brazos presionó su cuello dejándola inconsciente.