HASTA EL FIN DEL MUNDO (Juliantina)

EN ESTA Y MIL VIDAS MÁS 3.0

"Nos seguimos eligiendo a través del tiempo como si estuviéramos hechos el uno para el otro. Yo te conozco más de lo que crees. Tu y yo ya nos habíamos amado en otras vidas..."

Río y Tokio se brindaron a llevarlas hacia la casa donde pasarían su noche de bodas, esa primera noche como mujer y mujer. No estaban borrachas pero tampoco estaban tan cuerdas como para manejar hasta aquella propiedad donde Juliana y Valentina habían hecho el amor por primera vez.

Juliana abrió bien grande los ojos en cuanto Valentina abrió la puerta de la casa pues toda la vivienda se encontraba decorada con velas aromáticas, girasoles y pétalos de estos esparcidos por todo el lugar. Valentina le tomó la mano y la condujo hacia la habitación principal que también estaba decorada, incluso encima de la cama había una cubeta de metal con dos botellas de algún champán dentro.

Valentina se había despertado muy temprano ese día completamente emocionada e ilusionada. Ella misma se había encargado de la decoración con ayuda de la gorda. Fue por eso que no pudo ir a recoger a Juliana a la prisión. Cuando se dio cuenta ya era la hora de prepárese y no le quedó de otra que resignarse a ir directo hacia la iglesia, siendo entregada en ella altar por Hernando, su fiel amigo y psicólogo.

  La habitación solo estaba iluminada por la luz de las velas que estratégicamente Valentina había colocado. También las iluminaría la luz de la luna en cuanto ellas decidieran abrir las puertas que daban a la terraza. La ojiazul se colocó detrás de ella y decidió romper el cómodo silencio que las había envuelto desde que habían puesto un pie en la habitación.

Valentina-te gustó como quedó todo, mi niña?—susurró sobre su oído, lo que hizo que Juliana temblara, y no de frío precisamente. Ella solo pudo asentir con la cabeza pues también se había emocionado. Valentina le dio la vuelta lentamente, y cuando estuvieron frente a frente fue que la ojiazul se dio cuenta de las lágrimas de su niña—no, no mi amor, no me llores—dijo mientras acunaba las mejillas de Juliana, pero fue demasiado tarde ya que esta se estaba rompiendo, solo que esta era una manera distinta de romperse, era una rotura satisfactoria, por primera vez lo era. Juliana colocó sus manos sobre las de Valentina y negando con su cabeza habló.

Juliana-es de emoción, Val. Lloro de emoción, lloro porque aún sabiendo que por fin lo hemos conseguido, que finalmente nos tendremos toda la vida, me sigue pareciendo tan increíble que me parece un sueño, uno muy dulce—Valentina sonrió tiernamente y después le besó los labios para sobre estos hablar
Valentina-si crees que es un sueño, no despiertes entonces, mi amor—ambas sonrieron—mejor porqué no comenzamos a celebrar nuestra primera noche como esposas?—dijo seductoramente agarrando a Juliana de la cintura acercándola más a ella
Juliana-me parece una muy buena idea—dijo de la misma forma lanzándose a sus labios, convirtiendo el emotivo momento en uno caliente—tiene algo pensado mi bella esposa para comenzar la noche, o nos tocará improvisar?—dijo divertida contagiando a la ojiazul que por supuesto tenía sus propios planes así que asintió—ah sí?—Valentina volvió a asentir mientras se alejaba de ella para caminar hacia una de las mesitas de noches.

  Juliana siguió con su mirada todos los movimientos de su recién esposa. Frunció el ceño cuando advirtió que lo que sea que hubiera sacado de la gaveta de la mesita de noche se lo ocultó a su espalda
Valentina-me gustaría... a mi me gustaría que...—su voz sonó ronca y temblorosa. Estaba nerviosa porque no sabía como Juliana se lo tomaría, aunque conociendo su deseo sexual y su desinhibición con respecto a este, dudaba mucho que la ojimiel la rechazara
Juliana-porqué te pusiste nerviosa Val?—comenzó a avanzar hacía ella—que traes ahí?—extendió su mano hacia la espalda de su esposa pero esta se alejó provocando que Juliana carcajeara—anda amor, no sientas pena. Muéstrame lo que sea que tengas ahí—lentamente Valentina fue dejando al descubierto lo que tenía escondido.