En el salón de reuniones de la gran mansión, Victoria, la líder de la región del Suroeste Americano le daba indicaciones a la servidumbre para darle la mejor de las bienvenidas a la familia Zurita de la región del Norte Mexicano. Nadie se esperaba esa visita, había tomado a todos por sorpresa. En cuanto uno de los guardias fronterizos le comunicó al perímetro que los Zuritas estaban en la frontera y se lo hizo saber a Victoria, esta no solo se maldijo así misma, sino a toda su generación.Ella había estado retrasando esa visita por mucho tiempo, aún teniéndolo decidido hacía tan solo unos meses, ella había estado postergando el encuentro pues desde lo sucedido con Valeria y la paliza que le había dado, no tenía nada claro. El encontrarse con viejos demonios del pasado también le habían robado mucho tiempo y concentración, por ende más pérdida no podía estar.
Victoria sabía que a los Zuritas no los podía hacer pasar por una cuarentena de tantos días, mucho menos en la prisión del perímetro, pues a los pudientes, líderes y personas de interés se les daba un trato diferente. Ella misma cada vez que visitaba otra región recibía el mejor de los tratos y, lo único que necesitaba para no pasar los cuarenta y cinco días encerrada era enseñar una prueba negativa reciente del virus de no más de dos días, dejarse hacer todos los exámenes necesarios y listo.
Por esa razón se maldijo una y mil veces, lo más que podía hacer era aislar a los Zuritas una semana en las habitaciones de invitados de la mansión, luego de eso ellos tendrían total libertad dentro del perímetro y la región, luego de eso ellos les pedirían, incluso le exigirían que cumpliera con su palabra, esa que no era otra que comprometer a su hijo mayor con la futura líder por derecho de esa región. Victoria no podía negarse, habían muchas cosas en juego, una enorme deuda la esperaba si se retractaba, así que no le quedaba de otra, tenía que acceder.
De momento había conseguido siete días. Valeria aún tenía algunas marcas en su rostro debido a su golpiza y, otras en su cuerpo producto de la lluvia que la había agarrado hacía más de un año y de la cual milagrosamente y gracias a su hermana se había salvado. Valentina estaba en paradero desconocido. Lo sabía porque había mandado a investigarla y le informaron que no se encontraba en el centro de la región. Victoria estaba hecha un lío, no sabía por cuál de sus hijas decidirse porque las dos se habían enamorado de la misma persona, porque las dos estaban perdidas en los sentimientos y porque ninguna de ellas estaba dispuesta a casarse con otra persona que no fuera la hija de puta de Juliana.
De eso último no estaba muy segura, pero intuía que así era porque sus gemelas se habían enfrentado a ella de una manera en la que nunca lo habían hecho solo por la existencia de esa maldita mujer. Por primera vez no sabía por cuál de sus hijas decidirse, se recriminaba una y otra vez porque hacía tan solo un año atrás ella estaba totalmente segura de quien sería su sucesora, nunca imaginó tener que estarse cuestionando eso porque para ella Valeria sería la líder perfecta, esa que ella podría mover a su antojo, que mientras le diera libertad económica esta haría lo que sea que ella le dijera y continuaría con sus planes.
Odiaba el hecho de tan siquiera sopesar la idea de que Valentina sería mejor porque la detestaba tanto que no concebía tal cosa. Desde que Valentina nació y Victor la eligió como la mejor y única digna del legado familiar ella la detestó, mucho más cuando Vincent, su pequeño, su varón hermoso nació y se enamoró por segunda vez y se dio cuenta que por mucho que este hiciera, que por muy inteligente que fuera, él nunca sería el líder, entonces su malversación por su gemela mayor aumentó, ni que decir cuándo el niño murió.
La idea de tomar una decisión no la dejaba dormir, todos sus planes se habían ido a la mierda en cuestión de nada, todo por lo que se había sacrificado estaba a punto de convertirse en eso, en un mero sacrificio, en un intento fallido. El punto favorable para Valentina era que ella le había reiterado en más de una ocasión que en el momento que su deber la llamara ella asumiría si importar las consecuencias, pero el punto negativo era que no tendría su total compromiso, que no estaba segura de que ella estuviera de acuerdo con sus ideas, mucho menos después de ver por todo un año el cambio que había dado la legitima líder de esa región.
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HASTA EL FIN DEL MUNDO (Juliantina)
FanfictionDa igual de que manera estuvieran destinadas a ser en esta vida, lo estarían al fin y al cabo y ellas... Ellas morirían felices porque estaban seguras que en esa otra vida irían a buscarse y, en esa si, en esa si que se harían felices y cumplirían t...