HASTA EL FIN DEL MUNDO (Juliantina)

LA DECISIÓN CORRECTA

  Noche de la celebración por el natalicio de Victor de los Huang:

Guardia-¡Señora la va a matar!—el hombre se había quedado afuera para impedir el acceso a todo aquel que no tuviera conocimiento de lo que dentro de esa habitación se estaba hablando, pero en cuanto advirtió lo que su líder estaba a punto de hacer tuvo que intervenir. Con su intervención le devolvió la cordura a Victoria y le salvó la vida a Valentina.

  Las cosas se le habían ido de las manos a Victoria y no esa noche precisamente, se le había ido todo de las manos desde que Juliana Brown había aparecido en la vida de sus hijas, pues esta había llegado marcando la diferencia y haciéndolas romper todas las enseñanzas que desde que eran niñas ella se había encargado de inculcarles.

Victoria-¡Llévatela de aquí! ¡Enciérrala en el viejo almacén y quítale toda la ropa!—caminó apresuradamente hacia el bar y se sirvió un trago del whisky más fuerte. Necesitaba calmarse—luego dile a tu compañero que me traiga a Valeria
Guardia-señora pero...
Victoria-¡Pero nada perro! ¡Pero nada!—se volvió a alterar y aunque tenía un plan alternativo para eso que estaba pasando, en ese momento no podía pensar con claridad. Tenía miedo, los miembros del perímetro y la familia Zurita estaban esperando alguna reacción por parte de la futura líder—has lo que te ordeno, el calmante que le eché en el agua no va a durar toda la vida así que necesito que cuando despierte se encuentre en el puto almacén
Guardia-como usted mande señora—fue hacia Valentina y la tomó entre sus brazos. Antes de salir Victoria le dijo algo más.

Victoria-está de más decirte que esto es confidencial, nadie más que tú y tu compañero pueden saberlo, sabes perfectamente que esto es un delito del que ahora eres cómplice—el hombre asintió y se marchó con Valentina en brazos. Tenía una misión, debía poner en cautiverio a la futura líder de su su región. Su cometido no era otro que darle inicio a una tortura que quizá duraría para siempre. Por su bien esperaba que así fuera porque no estaba dispuesto a cumplir una condena en la prisión de la región, mucho menos ser condenado a muerte por traición y atentado en contra de la hegemonía de la región del Norte Americano.

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Victoria-no preguntes estupideces Valeria, lo único que tienes que hacer es salir allí fuera y fingir que eres Valentina y que estás muy emocionada por tu compromiso— llevaba varios minutos explicándole a Valeria el giro drástico que había dado todo, pues hasta ese momento la encarcelada había sido ella. Tenía un pasaje de barco pagado hacia la región del Norte Asiático donde comenzaría una nueva vida junto a los familiares que aún le quedaban allí. Prácticamente sería desterrada de la región donde había nacido.

Obvio que no se había tomado a bien esa decisión, pero su madre tomó medidas y la encerró en su habitación. Claro que le había tomado por sorpresa que las cosas habían cambiado, que sería ella la futura líder que se casaría con el hijo mayor de una familia millonaria y que encima tenía que ponerle fin a la relación que tenían Valentina y Juliana.

Valeria-está bien, acepto todo pero con una condición—Victoria no podía más, estaba agotada de lidiar con las estupideces de sus hijas
Victoria-estás acabando con la poca paciencia que me queda Valeria—se llevó su dedo índice y pulgar a su tabiqué e hizo presión sobre este para calmar su furia—ponte la maldita ropa y sal de una vez
Valeria-solo si permites que vaya a la región y termine la relación que Valentina tiene con Juliana en persona—Victoria se enojó mucho más
Victoria-por encima de mi cadaver
Valeria-entonces vuelve a encerrarme, pero te recuerdo que ya encerraste a una de tus hijas, no creo que exista una tercera, mucho menos que se parezca tanto a Valentina como yo así que...