BELLATOR

Date cum amico.

Louisette tuvo que soportar a los dos Gryffindors invadiendo su casa durante gran parte de las vacaciones, pero intentó durante todos esos días interrogar a Sirius sobre lo que había ocurrido el día de la fiesta, para su mala suerte el chico nunca estaba solo o siempre salía huyendo de ahí.

— Luv, te llegó una carta — anunció Louis entrando a la cocina.

— Gracias padre — la chica tomó la carta.

— ¿Quien te escribe? — preguntó Lysander mirando por encima del hombro de su hermana.

— ¿Los gnomos? — se burló Sirius.

— Que simpático — respondió la castaña — es Tom— dijo mirando a su hermano.

— ¿Riddle? ¿Que quiere? — la chica abrió la carta y leyó rápidamente — ¿Entonces...?

— No nos dejes en suspenso — reclamó James.

— Invitarme a salir — Louisette miró a su padre que estaba recargado en el marco de la puerta.

— ¿Que? A ver — Lysander le quitó la carta de la mano para leerla — ¡¿Te está invitando a un partido de Quidditch!? — gritó — ¡Y sin mi!

— Riddle realmente bajo sus estándares — soltó Sirius.

— ¿Que clases de estándares tenía? ¿Alguien de la realeza?— dijo Louis notablemente molesto por el comentario del pelinegro, Sirius solo se quedó en silencio — dame — Louis le quitó la carta a su hijo.

— ¿Puedo ir? — el ojiazul levantó la mirada de la hoja para ver a su hija — por favor.

— Tengo que consultarlo con tu padre — respondió — pero depende de cómo te portes.

— Lo dices como si me portará mal.

— Tampoco eres un angelito — Louisette miró ofendida a su padre.

Durante los días siguientes Louisette tuvo que portarse de la mejor manera posible, quería ir a esa cita, ver un poco de Quidditch y simplemente poder despejarse. Sería un juego amistoso entre los Appebly Arrows y los Ballycastle Bats.

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Finalmente la chica obtuvo el permiso para ir solo tres días antes del partido, llamó rápidamente a la residencia Riddle y despues de una corta conversación con la profesora Merope Tom tomó el teléfono, ella confirmó su asistencia y quedaron en que el chico la recogería ese día por la mañana.

— Es completamente injusto — se quejó  Lysander desde la cama de su hermana — a ti ni te gusta el Quidditch.

— Claro que me gusta, otra cosa es que no me dejen jugarlo.

— ¿Y si voy yo en tu lugar?— preguntó el chico.

— Estás loco, no voy a cederte mi cita.

— Tom podría malinterpretar tu aceptación y pensar que lo estás cortejando — dijo — intentar besarte y eso.

— No me vas a convencer Lysander.

— ¿Y si te toma la mano o te besa? ¿Que vas a hacer? No, no, cómo hermano mayor no puedo permitir que te roben tu inocencia de esa manera, por eso iré yo — la castaña soltó una carcajada.

— Eres mayor que yo por 7 minutos y sé cuidarme sola — respondió — además es Tom, no va a hacerme nada.

— ¿Y si lo hace?

— Papá lo asesina, así de sencillo.

— Sasi...

— Lylo, entiendo que estás celoso porque a mí me invitaron a ver el juego y a ti no, pero aún sin importar todo lo malo que puedas decirme de Tom, voy a ir.