Consilium

145 18 2
                                    

¿Cómo mirar a la cara a Sirius sin que las memorias la invadieran? ¿Cómo se supone que tomaría su clase de DCAO sin recordar que en esa mesa pasaron demasiadas cosas? ¿Por qué con James no sintió esa pena?

Louisette seguía encerrada en el cuarto cubículo del baño del tercer piso, sujetándose el rostro con ambas manos e intentando comprender porque era tan difícil; los días habían pasado y consecuentemente la chica había tenido que tomar clases junto al pelinegro, el chico no parecía tener problema alguno para seguir siendo el mismo con ella, por otro lado Louisette hacia corto circuito cada que él le hablaba.

Había echado a perder unas cuantas pociones gracias a su nerviosismo e incluso había olvidado varios hechizos durante la prueba práctica de transformaciones cuando notó que Sirius la observaba con demasiada atención.

- Vamos Slughie, no puedes quedarte ahí todo el día - se quejó Myrtle mientras flotaba sobre ella - sal de aquí.

- Myr no puedo, soy un desastre.

- Podrías ser un desastre fuera de aquí.

- No estoy para bromas.

- ¿Que puede ser tan malo? - preguntó - ¿Alguien te molesta? - negó - ¿Te duele algo?

- ¿Además de la dignidad? No.

Después de 10 minutos intentando convencerla de salir Louisette abandono el cubículo, caminó directamente hacia los espejos para mirar su reflejo completamente desalineado, las ojeras debajo de sus ojos eran las que llamaban más la atención seguido de su cabello totalmente despeinado.

Soltó un suspiro largo y volvió a cubrirse el rostro con ambas manos un grito desesperado salió desde el fondo de la garganta.

- ¡Merlin! Casi me matas de un susto - Myrtle soltó una carcajada por su propio chiste.

- Me alegra que por lo menos una de nosotras este disfrutando esto.

- Deja el drama, solo arregla esto - señaló todo su rostro - y vuelve a ser mi Slughie.

- Es muy sencillo para ti decirlo, no es como que hayas hecho algo que te avergüenza.

- ¡Oh vamos! No vendrás a decirme que te arrepientes de haber tenido al bombón de Black entre tus piernas ¿O si?- preguntó - porque si eso es lo que intentas decirme eres una completa idiota.

- Gracias.

- Heredero a la fortuna Black, un increíble cazador, guapo, encantador y lo he visto darse duchas en el baño de prefectos - comenzó a decir - y debo admitir que está muy bien dotado.

- ¿Podrías dejar de fantasear con Sirius?

- Solo aclaro mi punto - flotó hasta ella - cualquiera daría lo que fuera porque él les diera un mínimo de atención- dijo sonriendo - sobre todo si esa atención es como la que te dió a ti.

- ¡Myrtle!- las mejillas de la castaña se sentían calientes, la fantasma soltó una sonora carcajada - eres un dolor de cabeza.

- Y así me quieres - le sonrió - continuando con tu obvio problemita con el guapo de Sirius - soltó un suspiro al decir su nombre - ¿Planeas escapar de él todo lo que queda del año escolar?

- Solo queda poco, después vendrán vacaciones, me largaré de aquí y no tendré que verlo hasta que inicie el nuevo ciclo- dijo - y para entonces ya habré aprendido a controlar mis nervios.

- Llevas un año intentando controlar tus nervios con él, no te funciona - exclamó - deberías decirle.

- No, no, no, rotundamente no.

BELLATORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora