De vuelta a casa

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Después de la graduación Louisette decidió regresar a Londres y declinar momentáneamente el empleo que Gerard le había ofrecido, sus días consistían en despertar algo tarde, desayunar sola y esperar que los chicos regresarán de sus prácticas.

— Galatea, ven a comer — la llamó con un suave grito, todo el departamento estaba repleto de cajas con las cosas de Regulus, el pelinegro estaba por mudarse.

Regulus había encontrado el amor durante el año que Louisette no había estado en Hogwarts, cuando el rizado se lo contó la chica no pudo estar más alegre y la ahora joven pareja habías decidido vivir juntos comenzando esa misma temporada vacacional.

— Buenos días — Sirius salió de las habitación usando solamente su pantalón de pijama, el pelinegro había estado enfermo toda la noche así que habías pedido una falta justificada.

— Buenos días cariño — Louisette se acercó a él — ¿Cómo te sientes?

— La cabeza me va a explotar y aún estoy caliente — dijo, la castaña le tocó las frente el chico no tenia temperatura.

— No estás caliente, de hecho estás frío — dijo.

— No me refería a ese tipo de caliente — las manos del joven las tomaron por las caderas y la jaló hacia su pecho.

— Que lástima — la chica intentó separarse — pero creo recordar que anoche dijiste "nada de besos, no quiero contagiarte".

— Podría ocurrir sin besos de por medio.

— Mmmm no — se zafó — ¿Qué quieres desayunar?

— ¿Me harás desayuno? — el joven la siguió hacia la cocina.

— Solo porque estás enfermo — dijo — y porque me da miedo que incendies mi cocina — soltó en un susurró.

— ¡Te escuché! — reclamó el pelinegro provocándole una risa a su novia — grosera.

— ¿Yo que dije? — antes de que la discusión continuará la puerta del departamento se abrió dejando entrar a un par de chicos.

— ¿Puedes ponerte playera, exhibicionista? — sonó más como una exigencia.

— El departamento de mi novia sus reglas — respondió Sirius allborotandole el cabello a su pequeño hermano.

— Hola Lukas — la castaña saludo al moreno detrás de Regulus — ¿Qué tal va todo?

— Todo bien, la mudanza parece ir excelente — respondió el joven — ¿Disfrutando de tu ausencia laboral?

— Por el momento soy enfermera de tiempo completo — señaló a Sirius — ¿Se quedan a desayunar?

— Trajimos desayuno — Regulus detuvo su pequeña discusión con su hermano para mostrarle a la chica la bolsa en su mano. El rizado caminó hacia la mesa llevandose a Lukas con él, Louisette detuvo a Sirius.

— Comportate — pidió.

— Yo me comporto siempre — soltó indignado.

— Sirius hablo en serio, es el novio de tu hermano, deja de lado el papel de hermano sobreprotector — el joven rodó los ojos — por favor.

— Él no me agrada para mi hermano — dijo.

— Dale una oportunidad, has estado siendo grosero con él desde que Regulus nos lo presentó y él parece querer agradarte.

— Pero...

— Una vez me dijiste que querías la felicidad de tu hermano por sobre todas las cosas, ahora él es feliz con Lukas — Sirius suspiro fastidiado — solo dale la oportunidad, te prometo que si resulta ser un imbecil yo te ayudo a deshacernos de él.

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