Lysander

121 14 8
                                    

El libro de "Amortentia y otros filtros de amor" descansaba cómodamente bajo el brazo de Louisette mientras la castaña buscaba un sitio en el patio para leerlo sin interrupciones, gracias a la ayuda de Elizabeth la chica había encontrado unos cuantos libros que le ayudarían a complementar la información que necesitaba, había pasado días y noches enteras leyendo sobre eso.

Tras un vistazo rápido la chica decidió quedarse ahí, extendió su túnica en el suelo antes de sentarse y finalmente abrir el libro. Unas cuantas páginas del libro ya estaban marcadas suavemente en las partes importantes que más tarde le mostraría a Sirius.

— Hola — una ligera voz resonó a lo lejos, Louisette levantó la mirada — ¿Cómo estás?

— Bien, gracias por preguntar Damián — dijo, era extraño hablar con él después de todo lo que habia pasado — ¿Y tú?

— Supongo que normal — las manos del castaño estaban dentro de las bolsas delanteras de su pantalón y se balanceaba de adelante hacia atrás  notablemente incómodo — escuché que finalmente te mudaste con Regulus.

— Si, hace un mes — respondió.

— Pues felicidades — Louisette asintió — y lo mismo para tu relación con Sirius, estoy feliz por ti.

— Gracias, pareces ser el único de la familia alegre por eso — afirmó — realmente se aprecia.

— Papá también está feliz por ustedes — agregó rápidamente — lamento lo que Lo...

— Damián basta — pidió — te agradezco que hayas venido a charlar conmigo pero genuinamente no quiero hablar sobre el señor Rowle.

— ¿Señor Rowle? — cuestionó — ¿Por qué lo llamas así?

— El mismo ha dicho en todos lados que no soy su hija ¿De que otra manera puedo referirme a él?

— Como papá, es tu padre.

— Según lo que ha dicho en sus entrevistas no lo soy, soy una chica contratada — contestó — así que a mi parecer referirme a él como "Señor Rowle" es lo debido, llamarlo "Louis" sería descortés.

— Louisette, sabes que el no quiso...

— No, si quiso — sentenció — nadie lo amenazó para decir todas esas cosas en las entrevistas, nadie lo obligó — dijo — así que no lo soy.

— Louisette...

— Damián, no creo que el "señor Rowle" necesite a alguien que abogue por él — agregó — es un adulto y si él quiere hablar respecto a lo que dijo o no dijo estoy dispuesta a hacerlo — continúo — pero solo hablaré ese tema con el, no con un representante.

— ¿Te estas escuchando? Estás siendo completamente manejada por el rencor.

— ¿Rencor? — preguntó con burla — no tengo ningún tipo de rencor contra ese hombre.

— Por Dios Louisette despierta — se agachó para quedar a su estatura, la agitó por los hombros — está no eres tú.

— Por supuesto que soy yo — quitó las manos de Damián — por primera vez en mi vida no tengo que seguir estúpidos lineamientos o reglas, soy lo que debí ser.

— ¿Una rara que habla de su padre con desprecio y se aleja de su familia?

— Yo no me aleje, él me echó — respondió — y ninguno de ustedes siquiera se preocupó por donde estaba — reclamó — ¿Sabes lo miserable que me sentí esos días? Las personas que supuestamente me amaban jamás me buscaron, jamás se preocuparon por donde estaba — sentía el coraje subiéndole por la garganta — me resguarde con amigos ¿Cómo es posible que se preocuparan más por mi personas que me conocieron hace unos cuantos años que las personas que me vieron crecer?

BELLATORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora