Dictum

130 19 28
                                    

Los días habían pasado y Louisette seguía evitando lo más que pudiera a Sirius, pero a pesar de eso las discusiones entre ambos eran cada vez más acaloradas y molestas.

— Eres una terca— gritó Sirius.

— Y tu un grandísimo idiota, el más grande de los idiotas — respondió la castaña de la misma manera.

— Chicos por favor — pidió James poniéndose enmedio de ambos — dejen de pelear.

— ¿Cómo siquiera puedes seguir tratándolo normal después de la idiotez que hizo?— exclamó la castaña.

— Se ha disculpado Louisette, admitió su error — agregó Remus sujetandola del brazo.

— Con una disculpa no se arreglan las cosas — intentó soltarse — sigue siendo un completo imbecil.

— Loca — gritó Sirius.

— Tu madre.

— Ay Merlin — se quejaron los otros dos Gryffindors — ¿No pueden volver a llevarse bien?

14 de Marzo, Louisette había tenido un par de clases bastantes pesadas, mentiría diciendo que no se aburría sin escuchar los comentarios o bromas que Sirius hacia durante las explicaciones de los profesoras y aunque así podía prestar más atención simplemente eran tediosas.

— Buenas tardes — el rostro de Remus apareció en su campo de visión — ¿Puedo sentarme?— señaló la silla vacia frente a ella.

— Por favor — el joven tomó asiento, miró a Louisette un par de segundos antes de soltar un suspiro.

— ¿Podemos hablar?— cuestionó tomando el libro de Louisette y moviéndolo hacia un lado.

— ¿Sobre que?

— Creo que sabes perfectamente sobre que — Louisette rodó los ojos — Sirius.

— Rem, creo que he dejado muy en claro mi opinión respecto a eso — dijo — y aunque no me parece sensata tu desición no te obligaré a cambiarla.

— Sé perfectamente que Sirius cometió un grandísimo error — comentó — pero también sé que está arrepentido por ello, realmente arrepentido — la chica no respondió — y creo que si yo pude perdonarlo...

— Genuinamente no se porque lo has hecho — confesó — sobre todo tratándose de un tema tan delicado.

— Porque conozco a Sirius, sé que el enojo le hizo tomar una desición precipitada — comentó el castaño — si solo hubiera esperado un par de segundos a qué la cabeza se le enfriara sé que habría tomado otra desición.

— Aquí el problema es que no lo hizo — dijo la castaña — ni por un segundo se detuvo a pensar en todas las cosas que pudieron salir mal.

— Louisette todas sabemos que quieres mucho a Sirius y...

— El hecho de que lo quiera no quiere decir que voy a pasar por alto estás cosas — lo cortó — y sé que realmente el problema ni siquiera tiene que ver conmigo, pero no es justo que haya gente ahí afuera tratando y dando pruebas para que la ley antilicantropos no se apruebe y Sirius solo les dé más motivos para aprobarla.

— Sirius no les dio motivos.

— Solo porque James llegó antes — indicó — Remus creo conocer lo difícil que es vivir con esa condición y por eso mismo no creo que pueda perdonar a Sirius muy rápido — Remus soltó un bufido — a menos de que el realmente se disculpara con Severus, cosa que nos sabemos no ocurrirá.

BELLATORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora