BELLATOR

Potio

— Uno... Dos... Tres... Cuatro... Cinco... — un empujón por la espalda casi hace que a castaña caiga por las escaleras — idiota — susurró molesta — seis... siete... ocho... — su mano sujetando fuertemente la barandilla para no caer — nueve... Diez...

— ¡Tychi apresurate! — gritó Regulus desde el tablero de anuncios de la sala común — mira esto — la castaña bajo rápidamente las escaleras contando en el camino todos los escalones.

— ¿Que es? — preguntó posandose a un lado de Regulus.

— Ahí, mira — señaló el cartel junto al aviso de las prácticas de Quidditch.

"Baile de navidad"
Fecha: 25 de noviembre
Lugar: El gran comedor
Las chicas invitan

— Perfecto— le sonrió a su amigo — no iré — se dió media vuelta para salir de la sala común.

— ¿Que?— Regulus corrió para alcanzarla — ¿Como que no irás?

— Sencillo, no iré y ya, fin de la conversación.

— Espérate — la detuvo del brazo — eres consiente de que es tu oportunidad para invitar a Sirius ¿Verdad?

— ¿Y tú eres consiente de que me rechazara?— cuestionó — además en este momento ya ha de haber conseguido alguna cita.

— A veces me dan una ganas de convertirte en sapo — amenazó — me sorprende lo minúsculo que puede llegar a ser tu cerebro en ciertos temas.

— Gracias — le sonrió y se zafó del agarre del chico para continuar su camino hacia el comedor.

— No era un halago.

— Lo sé.

☼

Nuevamente la castaña se había refugiado en el baño del tercer piso, se encontraba sentada en el fondo con la cabeza recargada en la puerta del cuarto cubículo y con Myrtle mirandola molesta desde arriba.

— Eres un verdadero y enorme desastre — reclamó la fantasma con los ojos llenos de furia.

— Lo sé ¿Pero que puedo hacer? — ocultó su rostro entre sus manos.

— ¿Que puedes hacer? ¿Que tal te suena irlo a invitar?— gritó — Louisette es una oportunidad única en la vida y estás aqui sintiéndote miserable en lugar de ir tras él.

— Ambas sabemos que el fue de los primeros en ser invitados — dijo — y de los más pedidos.

— Pero nadie te dice que ya aceptó una de esas citas — dijo — no pierdes nada intentándolo.

— No quiero ponerlo incómodo.

— ¡Por Salazar y todas sus serpientes! — exclamó molesta — debes estar bromeando.

— Se incomodó cuando lo invité a la cita, creó que se incomodara aún más si lo invito al estupido baile.

— Sería una buena venganza — Louisette levantó la mirada — el te ponía incómoda cuando ocurrió lo del salón de Merope, podrías... Regresarle el favor — una sonrisa inocente abandonó los labios de Myrtle.

— Eso es cruel — respondió — pero me gusta tu idea.

☼

La profesora Merope se paseaba por el salón tranquilamente mientras daba su clase, Louisette se encontraba en su sitio con el rostro apoyado en su mano izquierda mirando de reojo al pelinegro sentado a su lado. Sirius estaba completamente concentrado en su cuaderno y en los garabatos que su mano hacia, su rodilla golpeaba suavemente la de la castaña al ritmo de la canción que tarareaba.