Extractionem

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A pesar de la insistencia de Severus para que Louisette lo dejara en paz sobre el tema de Lily la chica no lo olvido, así que comenzó a idear un plan de tres pasos para que el pelinegro lo olvidara.

- Primer paso – dictó la chica – confesar tus sentimientos.

- No lo hare – respondió el pelinegro con la mirada aun fija en el libro sobre sus manos.

- Severus tienes que poner de tu parte si quieres mi ayuda – el joven bajó el libro para mirarla.

- Ese es el problema, no quiero tu ayuda.

- ¿Por qué no? – preguntó ofendida.

- Ni siquiera has tenido una pareja ¿y así quieres venir a darme consejos de amor? – respondió rápidamente.

- ¿Olvidas quiénes son mis padres? Tienen la historia de amor más complicada y bella del mundo, soy la perfecta persona para guiarte en esto.

- No, no lo eres – regresó su mirada al libro, Louisette rápidamente se sentó a su lado y le quitó el libro de las manos – estaba leyendo eso.

- Pues ahora me pones atención a mi – completamente resignado Severus giró el resto de su cuerpo hacia la chica – piénsalo un poco, ya no tienes nada que perder.

- Mi dignidad.

- ¿Tienes? – Narcissa se adentró a la conversación desde el fondo de la sala común.

- Metete en tus asunto ¿quieres? – contestó Severus de mala manera.

- Louisette ya déjalo, no hay peor naufrago que el que no quiere ser salvado – ignorando el comentario de su amiga Louisette regresó su mirada al pelinegro.

- Comencemos con algo más sencillo, aléjate.

- Pensé que querías ayudarme.

- ¡No de mi idiota, de Lily! – exclamó – si sigues pasando mucho tiempo con ella los sentimientos perduraran, necesitas alejarte un poco para comenzar.

- No vas a dejarme en paz hasta que acepte ¿cierto? – cuestionó el joven.

- Me caracterizo por ser muy perseverante y fastidiosa – respondió Louisette con una sonrisa – tú sabes si quieres atenerte a las consecuencias.

- Bien, supongo que acepto – Louisette no pudo ocultar su felicidad – pero que quede claro, si no funciona dejare de seguir tus consejos.

- Créeme Severus, va a funcionar.

Tal como Louisette se lo había pedido Severus comenzó a guardar distancia entre el y Lily, los primeros días fueron algo complicados pues Snape no estaba caracterizado por ser alguien muy sociable o amigable, pero unos cuantos días después, y gracias a la ayuda de Louisette y Narcissa, pudo conseguir un amigo nuevo, Corban Yaxley. Un chico castaño claro, de ojos café oscuro y un poco más alto que Severus; el joven era completamente lo contrario a él, un chico alegre, con una enorme afinidad para hablar con los demás y sumamente encantador con las chicas.

- Buenas tardes, señoritas – saludó Corban al llegar a la mesa a la hora de la comida, amablemente tomó las manos de ambas chicas y besó delicadamente su dorso - ¿Qué tal les ha ido en las tareas de esta tarde?

- Bastante aburridas, diría yo – respondió Louisette mientras se estiraba para tomar un vaso de jugo.

- A mí me han parecido bastante interesantes – agregó Narcissa, toda la atención del castaño se fue hacia la rubia frente a el – sobre todo la tarea del profesor Binns.

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