Paedagogus

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Lysander se volvió la sombra de su hermana durante los días siguientes, aun así los comentarios ofensivos de parte de los dos Gryffindors jamás pararon y solo esperaban que la chica se encontrara sola para vengarse de esa escena en la sala común.


- ¿Qué? ¿Cómo que un tutor? – Louisette se encontraba en la oficina de su abuelo después de que la llamara.

- Louisette eres muy mala en pociones y si tus calificaciones no mejoran suspenderás el año – explicó su abuelo con calma.

- Jamás he tenido un tutor, no los necesité nunca.

- Eso fue en el pasado, ahora lo necesitas urgentemente – miró a la chica – tus padres me pidieron que te cuidara y solo estoy viendo por tu educación – tocaron la puerta de la oficina – debe ser tu tutor.

- Espera ¿no voy a elegirlo yo? – Horace se levantó de su asiento para ir a abrir la puerta.

- Claro que no, pero no te preocupes es uno de los mejores de la clase – abrió la puerta con una sonrisa – señor Black, buenas tardes – Louisette le rezó a quien quisiera escucharle para que no fuera Sirius, tal parece que sus plegarias no fueron escuchadas pues el Gryffindor pelinegro entró a la oficina.

- ¿Qué haces aquí? – preguntaron los dos a la vez, Horace posó su mano en el hombro de ambos con una enorme sonrisa sobre sus labios.

- Serán sus respectivos tutores – explicó, Louisette apartó la mano de su abuelo intentando asimilar lo que acababa de decir – Sirius será tu tutor de pociones – dijo mirando a la chica – y Louisette será tu tutora de DCAO.

- No quiero – exclamó la castaña – ponme a cualquier otro tutor, inclusive a alguien mayor, no a él.

- Tampoco es un placer que ella sea mi tutora – se quejó Sirius.

- No hay manera de cambiarlo, llegue a un acuerdo con la profesora Merope – explicó – y aunque no aceptaras, ella te lo iba a pedir Louisette.

- ¿Y tu no estas dispuesto a cambiarme al tutor? – preguntó la chica, su abuelo negó.

- Les recomiendo comenzar a estudiar inmediatamente, también me tomé la libertad de cambiarlos de pareja de clase para ponerlos juntos.

- ¿Qué? ¡No! – exclamó Sirius – mi pareja de clase siempre ha sido James y trabajamos muy bien juntos, profesor.

- ¿Tu no te vas a quejar?

- Sin importar cuanto me queje no vas a cambiar de decisión – respondió la castaña mientras rayaba la hoja que estaba en el escritorio - ¿eso fue todo? ¿puedo irme? – su abuelo asintió, tomó su chaqueta del respaldo de la silla, Sirius salió hecho una furia del lugar.

- Louisette – la llamó su abuelo antes de que saliera de la oficina – trata de no estarse peleando cada segundo – la chica asintió y finalmente salió de ahí. Sirius se alejaba molesto, Louisette tuvo que correr para alcanzarlo.

- ¡Black! – le gritó para que el chico se detuviera, ocasionando lo contrario - ¡Ey, espera!

- ¿Qué quieres, Slughorn? – se giró molesto cuando la chica se detuvo a su lado.

- Mi abuelo dijo...

- Me importa una mierda lo que tu abuelo haya dicho, no voy a ser tu tutor – respondió elevando ligeramente la voz – no es mi culpa que seas tan idiota para no entender pociones.

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