Baile

52 10 4
                                    

- ¿Qué dices de este? - Louisette salió nuevamente del probador, Sirius la examinó de arriba a abajo mientras se mordía el labio.

- Mierda - susurró - cada vestido es mejor que el anterior, estoy a nada de explotar por ti cielo.

- ¡Sirius! - lo regañó mientras sentía que sus mejillas se ponían coloradas, el joven se acercó hasta ella.

- ¿Cómo puedes ponerme en marcha con solo un estupido vestido? - cuestionó susurrando en su oído - ¿Cómo puedes ponerme tan mal sin siquiera intentarlo?

- ¿Y quién ha dicho que no lo he estado intentando? - el pelinegro la miró incrédulo un par de segundos antes de tomarla de la mano y obligarla a entrar junto a él al probador - Sirius hay gente afuera.

- Que se vaya a la mierda la gente, pueden disfrutar del show - el joven acorraló a la castaña entre su cuerpo y la pared - yo estaré muy ocupado disfrutando de ti.

- Es una tienda.

- ¿Emocionante no crees? - las manos del chico comenzaron a subir por las piernas desnudas de la jovén - mierda, me tienes muy mal, me tienes jodidamente mal.

- Podemos ir a casa, no hay nadie aún - intentó convencerlo.

- No, no, no, quiero que sea aquí, quiero verte intentar no hacer ni el más mínimo ruido - la besó en la barbilla suavemente - porque si haces un mínimo ruido la dulce señorita que te atendió vendrá a ver que estés bien y te verá tan malditamente necesitada de mi - sus labios cayeron en su cuello - y eso será muy vergonzoso para ti, para mí será tan hermoso ver cómo te desmoronas ante una desconocida solo por mi culpa.

- Sirius - su voz salió como una queja.

- Te compraré cada maldito vestido de este sitio y te vas a desmoronar frente a mi con cada uno de ellos, pero este - sostuvo la tela entre sus dedos - este lo estrenaremos aquí y ahora - los ojos del chico subieron a los de ella, la chica notó como se suavizaban ligeramente - ¿O te sientes incómoda con esto? - su voz dejó de ser autoritaria, ella negó - necesito escuchar tu voz, mi amor.

- Sigamos, quiero continuar con esto - el chico le sonrió.

- ¿Quieres seguir? ¿Me necesitas justo aquí y ahora cielito? - su voz volvió a ser burlona y autoritaria - ¿Vas a ser un espectáculo para mí ojos?

- Sirius, has algo - pidió entre quejas.

- Eso haré amor, solo recuerda, ni un solo ruido.

- Señorita - el brazo de Sirius sostenía a Louisette contra él suavemente, la chica que los atendió se acercó a ellos - nos llevamos todos y agrega otro más como este en negro y uno de esos en rojo - pidió.

- ¿Eso sería todo?- preguntó la mujer, Sirius miró a la castaña.

- ¿Quieres otra cosa mi amor? - le preguntó.

- No gracias, los vestidos son suficientes - respondió la chica mientras intentaba que su respiración acelerada no fuera tan notoria.

- ¿Segura? ¿Qué me dices de algo de joyería? ¿No crees que tu cuello necesite un precioso collar?- el tono en qué lo dijo le hizo saber a Louisette que el chico tramaba algo - ¿Tienes algunos que nos puedas mostrar? - preguntó a la mujer.

- Si, enseguida los traigo - cuando ellas desapareció Sirius se acercó al oído de la chica.

- Ese también tendrás que modelarmelo mi amor y cuando veo joyería no me gusta que algo más me distraiga - le susurró.

- ¿O sea que planeas que lo modele cubierta totalmente por una manta negra? - preguntó burlona.

- No realmente, de hecho todo lo contrario - besó su cuello - no quiero nada más que ese estupido collar sobre ti - ella lo miró - no quiero distracciones.

BELLATORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora