BELLATOR

Anhelantem

El teléfono de Louisette no dejaba de sonar insistentemente, el nombre de Sirius aparecía en la pantalla una y otra vez. Louisette se encontraba tirada en el suelo de su habitación replanteándose su existencia.

¿Por qué el beso se sintió tan distinto? Ya había besado a Sirius en dos ocasiones y ninguna de ellas se había sentido así, genuinamente no sabía que era eso que lo hacía sentir distinto, pero lo hacía.

Durante el resto de vacaciones ignoró las llamadas del pelinegro, incluso durante los últimos 3 días su celular descansó en uno de los cajones de su habitación y no volvió a salir de ahí sino hasta que preparó su baúl para regresar al colegio; Lysander no regresó a casa, se quedó con sus amigos hasta el último día de vacaciones.

La castaña subió al tren rápidamente y buscó una cabina en el fondo, dónde fuera más complicado que Sirius la encontrara y solo como un método de camuflaje la chica se cubrió con una manta y fingió dormir durante todo el trayecto, pareció funcionarle pues nadie la molestó en todo el camino.

☼

¿Cómo se supone que Louisette evitaría a Sirius en Hogwarts si compartían la mayor parte de las clases? Y como si no fuera eso lo suficientemente malo, los profesores parecían emparejarlos siempre.

Cuidado de las criaturas mágicas, Hagrid los llevó hacia adentro del bosque pidiéndoles que caminarán con sumo cuidado y silencio, Louisette se mantuvo alejada de los Gryffindor.

— En parejas — pidió el gigante.

— Ay no — se quejó Louisette, Sirius caminó hasta ella — Merlin ¿Que te he hecho? ¿Por qué me odias? — susurró.

Hagrid encargó la recolección de platas específicas que crecían a lo largo y ancho del bosque prohibido, una tarea que principalmente no tendrían que estar viendo en cuidado de las criaturas mágicas y que podían hacer perfectamente solos.

Todas las parejas se dispersaron por su propio rumbo, Louisette empezó a caminar hacia el bosque sin siquiera avisarle a su compañero.

— Espérame — pidió Sirius intentando seguir el paso — tenemos dos horas, no entiendo porque vas tan rápido — se quejó — ¿De nuevo vas a ignorarme?

— Me duele la cabeza, entre más rápido acabemos está tonta tarea más rápido puedo irme a mi habitación a dormir — dijo la chica.

— ¿No dormiste anoche? — Sirius corrió para ponerse a su lado.

— No.

— ¿Por qué? — Louisette negó e intentó acelerar el paso — ¡oye!

— Black, en serio quiero acabar esto rápido.

— Lo entiendo, pero me aburro si no hablo — se quejó.

— ¿Podrías solo leer la lista de plantas? — se la dió, el chico desdobló la hoja rápidamente y comenzó a leer.

— Hierba de plata— dijo leyendo la primera — familia de la rosa y es de color amarillo — leyó la especificación — ¿Eso es todo? ¿Planea que encontremos la tonta planta solo por qué es amarilla?

— Eso parece.

Louisette mantuvo su atención en el piso mientras que Sirius venía hablando solo, la estúpida planta jamás apareció a la vista de Louisette y parecía que ambos chicos ya se habían adentrado demasiado al bosque.

— ¿Sirius?— lo llamó, el chico se giró para verla — no hemos pasado los límites del castillo ¿Cierto?— preguntó la castaña.

— Definamos límites.