Rare

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La espalda de Louisette se estampó fuertemente contra la pared fría y antes de que siquiera pudiera quejarse del dolor el pelinegro la acorraló entre la pared y su cuerpo, el rostro de Sirius estaba demasiado cerca del de Louisette, la castaña solo tenía que mover ligeramente su rostro hacia enfrente para que sus labios rozaran los del Gryffindor.

— Arreglalo— demandó el pelinegro — ahora.

— No me apetece hacerlo — respondió la chica.

— Es una orden, arreglalo.

— ¿Ahora crees tener el derecho de darme órdenes, Black? — lo empujó hacia atrás e intentó escapar pero la mano de Sirius la volvió a sujetar de la muñeca y nuevamente estampó a la castaña contra la pared — Suéltame, llegó tarde.

— Me importa una mierda que lleguemos tarde al estúpido juego — la mano sobre la muñeca de Louisette se apretó ligeramente — arréglame.

— No lo haré hasta que tú soluciones mi cabello.

— No voy a arreglartelo.

— Entonces sigue brillando, Tinkerbell.

Tienes 5 segundo para regresarme a la normalidad antes de que deje de tener compasión contigo — Louisette se soltó riendo.

— No me tengas compasión — susurró, el rostro molestó de Sirius se suavizó dándole entrada a una sonrisa ladina.

— ¿Era eso huh? — preguntó — solo querías mi estúpida atención encima de ti ¿No? — Louisette rodó los ojos — una chica tan necesitada de atención ¿Por qué no lo pediste amablemente? Podría haberlo hecho sin problema.

— En tus sueños Black.

— No querida, en los tuyos — soltó la muñeca de Louisette — esos pensamientos en medio de la clase de Minnie, tan pecaminosos— susurró cerca de los labios de la chica.

— No se de qué estás hablando.

— ¿No lo sabes? — preguntó con una pizca de burla — ¿Quieres que te recuerde la manera en la que me estabas imaginando? Podría apostar a qué en cuanto terminó la clase fuiste en busca de un poco de liberación al baño ¿No es así?

— No.

— ¿No? No es de niñas buenas mentir, cielo.

— Quítate, tengo que ir al juego— de nuevo intentó empujarlo, Sirius no se movió.

— No, no, no, tu y yo no nos vamos de aquí hasta qué arreglemos está mierda — dijo — y ni te preocupes en pedir ayuda, todos están en el campo y nadie pasará por aquí en un buen rato.

— Te van a sacar del equipo.

— Fingire una lesión, no sería la primera vez.

— Bien hablaremos, pero dame espacio.

— ¿Para que salgas huyendo? No lo creo, prefiero mantenerte aprisionada con mi cuerpo — contestó — no creo que te moleste mucho tenerme encima ¿O si?

— ¿Que quieres?

— Primeramente que admitas tus pensamientos en la clase de Minnie.

— Bien, pero primero responde ¿Que mierda pasó en la fiesta de Gryffindor? — Sirius soltó una carcajada.

— ¿Tienes algún fetiche por escuchar las experiencias?

— Habla.

— En serio Louisette crei que eras más inteligente que esto — la señaló — te lo dije, nos acostamos, hicimos el amor, la abejita pico la flor, llámalo como quieras.

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