BELLATOR

Osculum

Miedo, cuando Louisette despertó era el único sentimiento que podía identificar, se encontraba en una habitación oscura, le costó un poco saber que estaba en la enfermería, su corazón latía rápidamente y sus manos temblaban.

"¿Qué mierda pasó?" Nuevamente la voz de su cabeza salió de lo más recondito de su ser "¿Hola?"

Poco a poco su vista se acostumbró a la oscuridad de la habitación, notó a un par de alumnos en las camillas del fondo y una luz ligera pasando por debajo de la puerta de la enfermería, se sentó en la cama y se estiró un poco para prender la lámpara de la mesa. Un par de minutos después la puerta se abrió.

— Tu hermano jamás abrió su puerta — informó Sirius tomando asiento en la silla junto a la camilla — pero traje a Reggie — la castaña miró al otro pelinegro que se mantenía de pie.

— Por lo menos sé que no moriste — dijo el menor — ¿Que hacías afuera?

¿Cómo podría explicarle Louisette lo que acababa de pasarle? ¿Cómo decirle que sintió que moría? La castaña intentó organizar las palabras en su cabeza antes de siquiera abrir la boca ¿Por qué era tan difícil?

— ¿Tychi? — la llamó Regulus — ¿Qué pasa? ¿Llamamos a Poppy? — le preguntó a su hermano.

— ¿Minislughorn estás bien? — la chica asíntio — llama a Poppy — el menor de los Black se fue inmediatamente hacia la puerta en busca de la enfermera — ¿Que ocurre? Somos Sirius y Regulus, estás en la enfermería — explicó el pelinegro —¿No nos reconoces?

— Sé que son ustedes — susurró la chica, su garganta se sentía seca.

— ¿Por qué miras todo como si tuvieras miedo? — intentó acercarse ligeramente a ella.

— ¿Mis padres saben?

— Aún no, Poppy dijo que enviaría la carta hasta mañana por la mañana — contestó.

— Que no lo sepan.

— ¿Qué?

— Que no lo sepan, si lo saben me volverán a sacar de Hogwarts, por favor que no lo sepan.

☼

Louisette había salido de la enfermería la mañana siguiente, nunca supo que hizo Sirius para que la carta no llegara a manos de sus padres pero estaba completamente agradecida con el chico.

Las clases en Hogwarts continuaron con normalidad y por primera vez en su vida Louisette estuvo contenta de que los profesores encargarán tarea como si no hubiera un mañana, el montículo de tareas sobre su mesa en el patio le permitía a su cabeza ignorar la situación con Lysander, se mantenía tan absorta en sus tareas que no tenía el tiempo ni siquiera de llorar.

— Buenas tardes minislughorn — saludó Sirius llegando a la mesa — ¿Tarea de nuevo?

— Solo estoy adelantando — respondió sin despegar la vista del pergamino — deberías hacer lo mismo.

— ¿Adelantando? — se estiró para ver las notas de la chica — ¿En qué momento empezamos a ver bolas de cristal en Adivinación?

— Ya te lo dije, estoy adelantando.

— ¿Haz dormido algo? — regreso a su lugar, la chica asíntio — ¿Cuánto?

— ¿Vas a seguir fingiendo que te importo?— levantó la mirada para ver al chico — porque si es así no te creo nada.

— Me importas — Louisette rodó los ojos y regresó su mirada al libro — Lou ¿Que pasa?

— Nada, no pasa nada — respondió — Sirius por lo general adoro tu compañía pero justo ahora no quiero hablar.