La clase de herbología era una de las favoritas de la mayoría de los alumnos de Hogwarts, el aprenden a cuidar y utilizar las diversas plantas, aprender sobre sus propiedades mágicas y demás causaba cierta atracción en los alumnos, Louisette amaba la clase, pero no le fascinaba tener que despertar temprano para llegar al aula a las 8:00 a.m. La chica castaña espero a que abrieran el invernadero 3 apoyando su cabeza en el hombro de su hermano, Lysander platicaba animadamente con Barty, un compañero de casa que nunca podía mantenerse quieto durante más de 2 minutos, sobre las tareas de la semana; en cuanto abrieron el invernadero, Louisette tomó su mochila, que se encontraba en el hombro de Lysander, y se dirigió directamente a su mesa a esperar que llegaran los demás, un par de minutos después entró Narcissa, luciendo tan perfecta y fresca que a Louisette le dio envidia.
- Buenos días linda – Saludó Narcissa dejando un beso suave en la mejilla de la castaña - ¿otra mala noche?
- Algo así – se limitó a responder, la noche anterior no había podido pegar el ojo, escribió decenas de cartas a sus padres para explicarles sobre el suceso de la cafetería, pero cada que terminaba una no la acababa de convencer y empezaba de nuevo, todas eran peor que la anterior.
- Arriba esos ánimos, es inicio de semana ¿Qué tan mala podría ser? – Narcissa le sonrió dulcemente y acarició su cabello para reconfortarla – además no quieres que te vea así ¿o sí? – con la cabeza señaló al chico Hufflepuff que charlaba felizmente con Adriel.
- A duras penas sabe que existo – respondió mirándolo.
- ¿Cuándo tomaras el valor de preguntarle su nombre? Llevamos dos meses de clases, las vacaciones están a la vuelta de la esquina y tu aun ni siquiera te presentas – reclamó la rubia.
- ¿Y que se supone que diga? – levantó la mirada hacia su amiga – ¿hola soy Louisette, solo me gusta la clase de herbología porque ahí es donde te veo?
- Si tu no vas iré yo – amenazó.
- No te atreverías – Narcissa dejo sus cosas en la mesa, se acomodó la falda y caminó directamente hasta la mesa de los dos Hufflepuff a pesar de las suplicas de Louisette. La castaña la miro dialogar con demasiada dulzura con Adriel, después giro su cabeza hacia el otro chico y Louisette notó como sus labios se movían diciendo "¿Y cuál es tu nombre?" Antes de responder el chico movió los labios y Narcissa apuntó directamente hacia su amiga, Louisette sintió como sus mejillas se teñían de rojo, el chico respondió y Narcissa se despidió con una sonrisa – Eres un monstruo.
- Pues este monstruo acaba de escuchar como ese chico te llamo linda – una amplia sonrisa se dibujó sobre los labios de la castaña – esa es la actitud que me gusta.
- ¿Y bien? ¿Cómo se llama?
- William Lennox – respondió – se ve que es buen chico.
Louisette no pudo ocultar su felicidad durante toda la clase, incluso cuando a medio pasillo Sirius le grito un comentario desagradable, su sonrisa no desapareció. William se había convertido en una especie de flechazo casi desde el primer instante en el que lo vio; sus ojos índigo y su cabello castaño ligeramente ondulado, habían logrado llamar la atención de la castaña. A Louisette nunca se le facilitó el relacionarse con las personas, por lo mismo su círculo social era muy pequeño y principalmente estaba constituido por su familia, por ello no se había animado a preguntarle a aquel Hufflepuff cuál era su nombre.
- ¿Me estas poniendo atención? – Sirius tronó los dedos frente a Louisette, la chica agitó la cabeza suavemente para volver a la realidad.
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BELLATOR
FantasyDesde tiempos remotos los magos y brujas sangre puras han causado revuelo entre la gente, unos cuantos los han llamado "lejanos a Dios" otros pocos "raza superior". Viven entre los Muggles, odiándolos en secreto y deseando poder someterlos, caminan...