Cohors

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Llegaron a casa casi una hora después, Damián movió delicadamente a la castaña para que despertara, fuera de la casa se encontraban dos guardias de seguridad, nadie sabía dónde vivían pero sus padres siempre preferían prevenir; nuevamente tomaron sus chaquetas, bufandas y guantes y se los pusieron para protegerse del frio.

- Esperen un segundo, aun no bajen – pidió Emma hablándoles por el retrovisor, tras recibir un asentimiento por parte de los cuatro bajó de la camioneta y caminó directo a los guardias.

- Esto está muy raro – dijo Lysander desde el asiento de copiloto – es raro cuando hay guardias en la puerta.

- Sobre todo guardias que no conocemos – respondió Adriel.

- Emma dijo que es porque están en el ojo del huracán – Louisette se terminó de ponerse la bufanda – ya saben cómo son.

- Si, pero parece algo grande o muy grave – agregó Damián, Emma les hizo una señal con la mano para que bajaran de la camioneta, una vez abajo intentaron sacar sus maletas.

- No, las bajara alguien más, entren inmediatamente – dijo la mujer, los chicos se miraron entre si y entraron a la casa teniendo un mal presentimiento.

La casa se encontraba en silencio cosa que era rara, la residencia Slughorn-Rowle era caracterizada por ser un hogar ruidoso, siempre había música o cantos y cuando no había por lo general el ruido de la radio era lo que ambientaba, pero esta vez solo se escuchaban ligeros murmullos en la cocina.

- Chicos – Zayn salió de la cocina y fue directo a saludar a sus hijos, Louisette abrazó fuertemente a su padrino.

- ¿Qué esta pasando papá? – preguntó Damián.

- Soy la peor persona para explica esto – dijo – ni siquiera yo entiendo a la perfección.

- ¿Y mis padres? – preguntó Lysander, Zayn apuntó hacia la cocina.

Los mellizos entraron a la cocina, sus padres se encontraban sentados en la mesa con un montón de hojas regadas por todos lados, Zayn entró justo detrás de ellos y se aclaro la garganta para que se dieran cuenta de la presencia de los chicos.

- ¡Niños! – Harry se levantó de su lugar para ir a abrazar a sus hijos y a sus sobrinos, Louis ordenó los papeles antes de imitarlo - ¿Qué tal el colegio?

- Bien, supongo – respondió Louisette mientras intentaba ver por encima del hombro de su padre.

- ¿Qué dicen si salimos a comer algo? – preguntó Liam.

- ¿Salir todos juntos? – Adriel miró a sus primos sin entender – Emma dijo que estaban en el ojo el huracán.

- Tiene un punto – comentó Zayn.

- Mejor pedimos comida – Louis salió de la cocina con el celular en la mano.

- ¿Qué traman? – pregunto Lysander mirando a los adultos – y no mientan, sabemos cuándo lo hacen.

- Nosotros no tramamos nada – dijo Harry, una risa abandonó sus labios, siempre le pasaba cuando mentía.

- Suelte la sopa – pidió Damián, Harry huyó de ahí antes de que le sacaran la verdad. Louisette camino hasta su padrino y se puso delante de él.

- ¿Qué?

- Habla – pidió, Zayn soltó una carcajada.

- No tramamos nada chicos – respondió el chico de ojos marrón, Louisette se cruzó de brazos - ¿Qué? Sabes que crecí con tus padres ¿no? Esos ojos no funcionan conmigo – la castaña continuó mirándolo – yo te enseñe a hacer esos ojos, soy inmune.

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