¿Una niña en la Iniciativa Vengadores?
La Iniciativa Vengadores, un equipo conformado por individuos poderosos y con habilidades excepcionales que responderían a las amenazas globales.
¿En serio querían que la raza humana dependiera de un grupo de f...
—————————————— CAPÍTULO SETENTA Y CINCO REENCUENTROS. ——————————————
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
UN HORMIGUEO LE RECORRIÓ POR cada extremo de su cuerpo, erizando por completo su piel. El sentimiento de familiaridad le golpeó el corazón. La hizo recordar los momentos en los que vivió en ese lugar, con esa gente. Y es que, en su momento, el Centro de los Nuevos Vengadores fue el segundo hogar más apreciado para Grace.
Tony Stark aparco en la entrada y bajó de su auto, e intercambio una simple pero ciertamente elocuente conversación con Steve Rogers. Grace los observó desde el asiento del copiloto por el retrovisor cuando el morocho sacó el escudo del maletero.
—Gracias Tony.—le dijo el rubio cuando lo sostuvo en sus manos .
Grace no pudo evitar sonreír de lado al verlos. Steve y Tony comenzaron con el pie izquierdo el uno con el otro el día en el que se conocieron. También habían luchado hace siete años, rompiendo la confianza que se tenían. Su amistad. Pero estaban allí ahora, dispuestos a enmendar esa confianza por el bien del universo. Dejando todo en el pasado y viendo solo en el futuro. Todo remordimiento quedaba atrás, Grace lo podía ver en sus expresiones.
—¿Cap, guardamos el secreto? A los demás no les traje nada.—le quitó importancia Tony, sacando dos maletines antes de cerrar el maletero.—¿Se reunirá todo el equipo?
—Trabajamos en eso ahora.—le respondió ladeando la cabeza y mostrando el fruncir de su labio inferior.—Visitamos a Grace también, pero no nos fue muy bien. De alguna forma me alegra que esté a salvo. Solo espero que alguna vez nos perdone.
El impacto de un portazo lo hizo girarse, encontrándose con ella.—Y yo espero que tú me perdones a mí, Cap.—rodeo el auto y se puso enfrente de él.—Todos estos años me rehuse a escucharlos y bueno, los corrí dos veces. Espero que no sea demasiado tarde...—lo miro apenada.—para seguir formando parte de sus vidas.
—Nunca es demasiado tarde para tí.—alzo sus brazos.
Ese abrazo fue de una reconciliación que llevaba resguardada desde hace siete años. Grace se sintió nostálgica entre los brazos de Steve Rogers y él se sintió aliviado.
—Muy bonito pero ya no eres una niña para que te esté cargando las cosas, ten.—interrumpió Tony, y le extendió uno de los maletines a Grace.
—Déjame a mí.—se apresuró a decir Steve, tomándolo.
—Ya que insistes.—Tony le dejó también el suyo y se encaminó a la entrada de la Cede.
—Tony siendo Tony.—giro los ojos y le ayudo al rubio con un maletín. Comenzaron a caminar a la entrada lado a lado.
—Me resulta irreal que tengas veinticuatro años.—le dijo Steve con una sonrisa.—Recuerdo cuando me llegabas a la cintura.
—La vez en que nos conocimos.—sonrió.—Te pusiste de cuclillas para presentarte a una niña de doce años. Fuiste el más amable.
