Dedicatoria:
Para todas y todos aquellos que no tienen miedo de pararse tras caer y levantarse en vuelo después de volverse cenizas:
Que sus alas sigan siendo su escudo y su espada. Que su valentía sea su brújula en la oscuridad. Que su historia sea un testimonio de que la caída no es el fin, sino el comienzo de algo aún más grande.
Porque en cada renacer, en cada ascenso desde las cenizas, se escribe una epopeya de coraje y esperanza.
Que los leones rugientes y las ovejas rebeldes encuentren en su unión la fuerza para enfrentar cualquier tormenta. Que el amor sea su bandera en la batalla contra la adversidad.
Y cuando la noche sea más oscura, cuando las llamas amenacen con consumirlos, que recuerden que son más fuertes que el fuego que los forjó.
Porque no hay mayor victoria que la de aquellos que se niegan a ser vencidos por las sus propios demonios.
"Cualquiera puede hacer historia; pero sólo un gran hombre puede escribirla." ~ Oscar Wilde
Un nuevo comienzo.
La fresca brisa otoñal golpeaba mi rostro y movía los pequeños cabellos rebeldes que sobresalían de mi trenzado, veía desde el alto rascacielos a las personas moverse de un lado a otro en la transitada ciudad de Seúl, la ciudad que nunca duerme. Los autos transitaban en la avenida principal, algunos buscando sitios para comer y otros apresurados por llegar a su hogar después de una larga jornada de trabajo.
La ciudad se movía como siempre, sin percatarse de lo que solo mi equipo sabía.
—Little Princess ¿Me copia?
La voz de un hombre distrajo mi atención del análisis que realizaba a la ciudad, miré en la dirección de mi equipo, se encontraban posicionados en puntos estratégicos para capturar a nuestro objetivo. Un magnate estadounidense con lazos en el mercado negro para la compraventa de órganos.
—Te copio, ¿Qué ocurre?
—Objetivo encontrado, esperamos órdenes para el ataqué.
—Procedan, código 20-16—contesté ubicando al hombre con el elegante traje rojo esmeralda—. Evacuación inmediata.
—Código 20-16, en marcha, Coronel...
Uno de los agentes vestido de civil se acercó al hombre, pretendiendo ser un turista perdido en la gran plaza de la victoria, busqué con la mirada a los cómplices del hombre, encontrando que se acercaban al punto de encuentro.
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Sólo tú. Mi dulce tentación. ©
ActionNo tengo miedo de un ejército de leones dirigido por una oveja. Tengo miedo de un ejército de ovejas dirigido por un león. - Alejandro Magno. . . . Keylani Kim, la perfecta combinación entre tenacidad y sacrificio, la coronel más respetada de toda l...