Socios.
"De cualquier forma los celos son en realidad una consecuencia del amor: os guste o no, existen." ~ Robert Louis Stevenson.
A veces la vida nos tiene preparadas sorpresas que definitivamente no estaban en nuestros planes, pueden ser desde pequeños detalles hasta un nuevo amor que no encaja en nuestros ideales, la vida nunca es precisa pero extrañamente le encanta jugar a ser una descarada.
Mi mamá siempre me decía de pequeña, que la vida nunca va a ser como la ideamos, nunca va a ponernos lo que queremos donde lo queremos, en su lugar nos dará lo que necesitamos para sentirnos completamente vivos y libres.
Esos dos hombres no era precisamente lo que habia imaginado necesitar para sentirme viva, pero extrañamente era lo que me había hecho volver a sentir esa adrenalina que sólo habia experimentado en los entrenamientos como cadete. Ellos eran capaces de hacerme perder todos mis prejuicios y de hacerme olvidar los taboos que existían respecto a nuestra extraña relación.
Estar con ellos era más que todo lo que había experimentado en mi vida, ellos me provocaban esa entrega, amor y pasión que jamás había sentido, era más que sexo o un polvo, ellos exigían todo de mí y yo estaba completamente dispuesta a entregarlo. Ellos con simples besos, caricias o palabras, me hacían sentir explosiones en mi interior y debía confesarlo, estaba completamente aterrada porque esa era la primera vez que lo sentía, pero extrañamente, no queria dejar de sentirlo.
Estar con ellos era como saltar al vacío con los ojos cerrados. No sabía cuánto tardaría la caída o si en algún punto tocaría el suelo, pero no sentía miedo de poder estrellarme de lleno, porque estaba segura de que ellos me esperarían abajo listos para detener mi colisión y protegerme de todo lo que pusiese dañarme.
No tenía miedo de enfrentarme a todo lo que estaba amenazando a la IISMF si ellos estaban a mi lado para pelear incesantemente. Por primera vez en mi vida, ese miedo, ese sentimiento de terror por enfrentar el futuro desaparecía, pues estaba segura de que ellos me sostendrían para evitar una colisión contra el frio suelo o la cruda realidad.
Abrí los ojos perezosamente, sintiendo en mi espalda el cuerpo completamente desnudo de Arniel, quien a su vez acunaba mi cintura entre su cuerpo y uno de sus musculosos brazos me rodeaba, esos brazos que me daban tanta seguridad que me impedían temer por algo más.
Mi cabeza reposaba tranquilamente sobre el pecho de Conall y una de sus manos sostenía una de las mías sobre su abdomen, nisiquiera parecía que hubiésemos dormido una noche completa, nuestra posición era idéntica a como habíamos terminado una noche anterior después de todo lo vivido.
Tener los brazos y cuerpos de esos dos hombres sosteniéndome era la mejor sensación del mundo, me sentía perfectamente bien y no tenía miedo de nada de lo que pudiese ocurrir, toda mi vida parecía encontrarse completa, como si el rompecabezas por fin hubiese logrado armarse y encontrar cada pieza perdida.
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Sólo tú. Mi dulce tentación. ©
AcciónNo tengo miedo de un ejército de leones dirigido por una oveja. Tengo miedo de un ejército de ovejas dirigido por un león. - Alejandro Magno. . . . Keylani Kim, la perfecta combinación entre tenacidad y sacrificio, la coronel más respetada de toda l...