Nota: Este capítulo contendrá saltos en el tiempo y recuerdos de Conall, pondré la edad de él en el recuerdo y las letras en cursiva para que se distingan del texto normal. ¡Espero lo disfruten y después de este Capítulo quieran abrazar a nuestros Adonis!
"La amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso, hay que salvarla como sea." ~ ALBERTO MORAVIA
Más que mi amigo... mi hermano .
La vida muchas veces nos pone en el camino a personas que nos acompañarán durante años, personas que no sólo toman nuestra mano para guiarnos, sino que nos dan fuertes patadas en el culo para ayudarnos a avanzar, personas que a pesar de no compartir nuestra sangre estamos dispuestos a compartir nuestras vidas con ellas.
Esas personas nisiquiera se convierten en intereses románticos, pero si en amistades inquebrantables que sin importar nada, estan ahí a nuestro lado para darnos la fortaleza necesaria como para enfrentar mil tormentas o a familias toxicas que solo buscan causar daño a nuestras vidas y robarnos la estabilidad que conseguimos a lo largo de nuestra vida.
Arniel era ese hermano que siempre había deseado tener, era ese chico que me había acompañado en mi primer borrachera y con quien había compartido cientos de cosas que hasta el momento parecían imposibles de contar, habíamos estado juntos desde siempre y a pesar de habernos distanciado, nuestra amistad era tan fuerte como para romper las barreras del tiempo.
5 años de edad.
No entendía la razón por la que mis padres me habían dejado, no podía comprender el motivo de su abandono ni mucho menos de las palabras hirientes que ambos me había dicho cuando me vieron por última vez.
Era tan pequeño que no podía entender la maldad que debía tener una madre para abandonarte en un baño lleno de roedores o de ignorarte completamente el día de tu cumpleaños. Tampoco entendía la maldad en el corazón de mi padre, como para abandonarme por ir detrás de un culo, pero a pesar de ser tan pequeño, entendí que me había abandonado.
Mi hermoso cachorrito Cronos y mi abuelito Chris eran quienes me acompañaban cuando mi abuelita estaba ocupada con sus deberes de realeza y mi tío Kennett estaba en su trabajo. Mi abuelito amaba sacar a pasear a mi perrito y yo siempre iba con él, pues sabía que me compraría una deliciosa paleta de fresas.
—Conall, iré por las paletas... quédate y juega un ratito con Cronos, quizás tarde porque quiero hablar con un amigo con quien me encontraré.
—¿Qué es un amigo? —pregunté con curiosidad.
—Un hermano de otra sangre, pequeño—murmuró con una sonrisa.
—¿Tú eres mi amigo?
—Lo soy pequeño, siempre seré tu amigo—aseguró con una pequeña sonrisa—, pero debes buscar a otros amiguitos, ¿Por qué no vas al arenero y les presentas a Cronos?
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Sólo tú. Mi dulce tentación. ©
ActionNo tengo miedo de un ejército de leones dirigido por una oveja. Tengo miedo de un ejército de ovejas dirigido por un león. - Alejandro Magno. . . . Keylani Kim, la perfecta combinación entre tenacidad y sacrificio, la coronel más respetada de toda l...