"No hay secreto en el hecho de que estoy locamente enamorado de ti. Mi felicidad brilla en mi cara y mi sonrisa la delata. Lo he intentado mucho, pero ahora ya no puedo hacer eso." ~ Sheila Johns
Sólo de los dos.
La vida siempre es interesante, nunca deja de sorprendernos con las maravillas que puede crear con las coincidencias del destino. No es color de rosa, pero ahí momentos que realmente nos hacen creer que la fuerza del amor es lo que mueve al mundo.
En mi vida me habia imaginado enamorado a un punto irreversible como lo estaba de Key, me sentía estúpido al haber negado mis sentimientos hacia ella. Comprendí la razón por la que no podía dormir sin tenerla a mi lado o porque mi corazón se sentía molesto incluso cuando cualquier hombre se le acercaba ¡Estaba celoso!
Era tan extraño, por primera vez en mi vida me sentía con el corazón vivo, era como si la capa de hielo que yo mismo me habia encargado de construir, se derritiera con esos hermosos ojos verdes que me robaban el aliento.
Mi vida habia tomado un hermoso color rojo, con el simple hecho de verla mi mundo se sentía completo y la pieza que faltaba en mi vida era completada por ella. No me importaba ser un romanticón empedernido, sólo me importaba hacerla feliz a ella.
Con ver sus hermosos ojitos iluminados era suficiente para sentir que todo estaba bien a mi alrededor, mi pasado dejaba de importar y esos recuerdos eran remplazados por el cariño que ella me daba.
La mire, su hermoso cabello se encontraba revuelto y desordenado, cubriendo su precioso rostro que descansaba sobre mi pecho desnudo. Sus manos se aferraban a mí, podía ver su pecho subir y bajar con tranquilidad, no quería despertarla por más ganas que tenia de acariciarla, ella era tan perfecta que incluso estando dormida lucía como una diosa, como la más bella escultura de arte.
Dormir a su lado debía ser considerado la octava maravilla, sentir sus pequeñas manos aferrarse a mí era como tocar el cielo sin ser digno y me encantaba sentirla tan cerca, tan mía.
Regresé la mirada a mi libro, el sueño se me habia esfumado después de una de las tantas pesadillas que me atormentaban en la noche, odiaba sentirme vulnerable ante mi pasado, pero sabía que eran los fantasmas que me proseguían, torturándome y queriendo que pagara cada uno de mis pecados cometidos, incluido: Corromper a la más hermosa Diosa del paraíso.
—No...No...— Balbuceó entre sueños interrumpiendo mis pensamientos.
Fruncí el ceño cuando se removió incomoda en la cama, soltando ligeros sollozos y balbuceos, se alejó de mi cuerpo, girando en su propio eje para aferrarse a las colchas que cubrían su cuerpo.
—¿Muñequita?
Dejé a un lado el libro que leía, enfoqué mi vista en Key. Parecía asustada por alguna pesadilla, traté de abrazarla pero ella se alejó rápidamente, volviendo a aferrarse a las colchas.
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Sólo tú. Mi dulce tentación. ©
ActionNo tengo miedo de un ejército de leones dirigido por una oveja. Tengo miedo de un ejército de ovejas dirigido por un león. - Alejandro Magno. . . . Keylani Kim, la perfecta combinación entre tenacidad y sacrificio, la coronel más respetada de toda l...