"Unamujer debe ser dos cosas: quien ella quiera y lo que ella quiera" ~Coco Chanel.
Coronel Kim.
¿Por qué nisiquiera el sexo es la respuesta a la vida? ¿Por qué nisiquiera tener una jodida orgia era suficiente para liberar el jodido estrés que había sobre mis hombros? ¿Por qué carajos ella nisiquiera me recordaba?
Mi corazón se había roto al escuchar las palabras de Archie.
"Hermano, ella no se acuerda nisiquiera de quién eres...Le hicimos preguntas de Nasit o todo lo que han vivido juntos, pero parece que cada momento a tu lado se convirtió en una laguna mental"
Había llorado durante tantas horas que creí haberme deshidratado, nisiquiera me importo quedarme dormido en la plaza principal de Egipto, con un nivel de alcohol elevado y con el llanto a todo pulmón. Las dos noches posteriores a mi boda las pase embriagándome como loco en una cantina de mala muerte y la semana siguiente la pase en el reclusorio de la ciudad.
Había hecho todo para arruinarle "La luna de miel" a la mujer que más odiaba en mi vida, pero ella parecía ser inmune a todo lo que le hacía, se comportaba como una verdadera esposa y trataba de provocarme de mil manera diferentes, pero ninguna le había servido.
Al regresar a la base, quise mandar todo a la jodida y correr a abrazar a mi chiquita, quería tenerla en mis brazos de una u otra forma, ya nisiquiera pensaba en ella por el sexo, eso había quedado atrás pero la necesitaba como mi pareja, como la mujer que me sonreía cuando estaba estresado y que me hacía ver el mundo de colores aun cuando el día estuviese gris.
Pero mi corazón tenía que obligarse a olvidarla, debía protegerla de los bastardos que querían arrebatarle todo por lo que ella había luchado, me sentía el mayor bastardo de la tierra, queriendo a una mujer que estaba prohibida, no solo por el hecho del maldito contrato que había firmado con mi padre o el estúpido matrimonio más falso que el rostro de mi supuesta esposa, sino porque ella veía a Arniel como en algún momento me había visto a mí.
Ella sonreía cada que él le hablaba y parecía una niña pequeña cada que él le hacia un cumplido, tenía que ver a la mujer que tanto quería con mi mejor amigo pero extrañamente, no me sentía enojado con ninguno de los dos, yo lo había permitido para que asi ella tuviese la oportunidad de amar sin que yo fuese un estorbo.
Las ganas de colarme a su camarote por las noches o ir a su departamento me carcomían, pero era consciente de que si rompía mi promesa ella perdería todo por lo que había luchado. Ella era dulce y tierna, aunque no me recordara me trataba como a cualquier otra persona e incluso era amable, era imposible no ver a la hermosa mujer que era.
La ira era contra mí mismo, no podía dejar de verla como mi mujer y eso era un jodido dolor de bolas, los celos muchas veces me invadían y quería mandar a la mierda todo, pero no podía, alejarla de mi era lo mejor que podía hacer.
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Sólo tú. Mi dulce tentación. ©
ActionNo tengo miedo de un ejército de leones dirigido por una oveja. Tengo miedo de un ejército de ovejas dirigido por un león. - Alejandro Magno. . . . Keylani Kim, la perfecta combinación entre tenacidad y sacrificio, la coronel más respetada de toda l...