No tengo miedo de un ejército de leones dirigido por una oveja. Tengo miedo de un ejército de ovejas dirigido por un león. - Alejandro Magno.
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Keylani Kim, la perfecta combinación entre tenacidad y sacrificio, la coronel más respetada de toda l...
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Amor de 3.
"El amor no tiene cura, pero es la única cura para todos los males". ~Leonard Cohen.
A veces a la vida le encanta jugar a destruir barreras, juga con bolos en nuestros destinos y pone a prueba todas nuestras enseñanzas, pero muchas veces, ese es un alivio al alma. Por ese motivo, siempre debemos disfrutar todo como si fuera lo último en nuestras vidas, nunca sabemos cuándo se encargará de arrebatarnos lo que más amamos incluida nuestra felicidad.
Cuando era pequeña, mi mamá siempre me lo habia dicho, <<El amor no siempre tiene que ser destinado, muchas veces llega en los momentos que menos lo esperas pero extrañamente, cuando llega, logra destronar todas tus creencias y te hace sentir completa>>Por eso la historia de amor de mis padres siempre me habia parecido hermosa, estaba segura de que no existía pareja que hubiese entregado más por el otro que ellos.
<<No cualquiera tortura a los reyes de la mafia por encontrar al otro>>
Secretamente, siempre habia deseado que alguien me amara igual que mi padre amaba a mi madre, siempre había deseado que alguien estuviese dispuesto a entrar al infierno por mi o que no tuviera miedo de convertir en cenizas todo a su alrededor con el único fin de mantenerme a salvo; era tonto, pues estaba segura de que hombres como mi padre estaban en peligro de extinción, pero no perdía nada idealizando al hombre perfecto cada que me recostaba a dormir.
¿Cuál fue mi sorpresa?
No encontré uno, sino dos hombres que me amaban como lo más valioso de su vida y que estaban dispuestos a entregar todo por mí, lo había hecho incluso cuando una avalancha de nieve me habia dejado atrapada, ellos pudieron haber huido en el momento que mi bota se atoró en el arbusto, pero no lo hicieron, en su lugar me abrazaron con fuerza para protegerme de la segunda ola de nieve que amenazaba con caer sobre nuestras cabezas.
Si eso no era amor, no tenía idea de lo que era.
En la milicia siempre te enseñan que el compañerismo lo es todo, pero también te enseñan que debes tener instinto de supervivencia y huir del peligro aunque tu compañero se quede atrapado en el fuego cruzado, es mejor un soldado caído a mil más, sí, suena egoísta y cruel, pero así es la milicia y eso jamás cambiaría.
No podía recordar los primeros dos días desde que despertamos en el hospital y mis dos acompañantes tampoco podían recordarlo, mi tío nos explicó que se trataba de una especie de laguna mental por los antibióticos y era algo completamente normal considerando que nuestros cuerpos nunca habían tenido tanta morfina como esos dos días.
Todos nos recuperamos rápidamente, incluso Ramier quien al principio le habían dado pocas posibilidades de volver a caminar, eso habia sido demasiado triste y no pude evitar sentirme mal conmigo misma, él estaba bajo mi mando y no lo habia cuidado como debía. Pero extrañamente, él no guardaba resentimiento, incluso me obsequio un hermoso brazalete de oro blanco con pedrería incrustada, alegando que gracias al accidente, él tenía la excusa perfecta pare retirarse del ejército.
